Un estudio del Centro Latinoamericano de Políticas Económicas y Sociales de la Universidad Católica (Clapes-UC) reveló las consecuencias fiscales y tributarias por la desaceleración económica en nuestro país.
Según el análisis del centro de estudios, cuyo director es Felipe Larraín, próximo ministro de Hacienda de Sebastián Piñera, la economía pudo haber crecido al 3,5% durante el período 2014-2017; sin embargo, el crecimiento efectivo estuvo entre 1,2 y 2 puntos porcentuales por debajo.
Esto respondería a factores externos, como el menor precio del cobre y la desaceleración de China, pero según el estudio también a políticas internas, tales como la implementación de las reformas estructurales que impulsó el gobierno de Michelle Bachelet.
La política económica del actual gobierno, según este estudio, también habría tenido consecuencias en la recaudación fiscal.
Según los datos de Clapes, dados a conocer por El Mercurio, se estima un efecto de US$7.105 millones en menor recaudación como consecuencia de crecer bajo la tendencia en los últimos cuatro años.
Según explica Óscar Perelló, investigador de Clapes UC y autor del ejercicio al mismo medio, ocuparon un crecimiento tendencial estimado de 3,5%, sobre la base de cálculos propios y la estimación del Banco Central en el Informe de Política Monetaria de septiembre, cuando fijó la cifra en un rango de entre 3% y 3,5%, en una referencia para la capacidad promedio de crecimiento durante los próximos diez años.
En 2014, tras la aprobación de la reforma tributaria, se estimó que el alza de impuestos a las empresas de 20% a 27% recaudaría cerca de US$ 8.200 millones. La cifra de US$ 7.105 millones de menor recaudación no se aleja mucho de ello. “Nadie sabe exactamente cuánto se recaudó por la reforma tributaria. Suponiendo que se recaudó lo que se propuso y contrarrestando el menor crecimiento, en la práctica el efecto fue casi igual o ganó muy poco”, afirmó Perelló.
