Violaciones y extorsiones: el crudo diagnóstico sobre la realidad de las cárceles en Chile
El ex director de Gendarmería se refirió, además, a la polémica por los escáneres de cuerpo en los centros de reclusión.
Por L. Rivera
El ex director de Gendarmería reveló violaciones y extorsiones en las cárceles AGENCIA UNO/ARCHIVO
La realidad de las cárceles ha cambiado drásticamente durante los últimos años y la organización de los reclusos al interior de éstas, también. Así dio cuenta el ex director nacional de Gendarmería, Christian Alveal, quien reveló detalles de lo que ocurre al interior de las cárceles chilenas.
“Hay videos en los que se muestra a internos obligados a hacerles sexo oral a otros internos. Estos registros son realizados dentro de la cárcel y luego son enviados a los familiares para extorsionarlos y pedirles dinero para frenar los abusos”, contó Alveal.
“Cuando esos videos son entregados por la misma familia para denunciarlo ante el Ministerio Público, son los mismos internos quienes desisten de las denuncias por temor, no solamente a lo que les pueda ocurrir a ellos dentro, sino que por lo que les puede ocurrir también a sus propios familiares”, relató igualmente, en conversación con radio ADN.
Al respecto, el ex jefe de la institución que custodia a la población penal del país se refirió a la polémica por la eliminación de los body scan en los centros de reclusión, una medida que luego fue revertida por la autoridad dado el revuelo que causó.
“Esos implementos tecnológicos son esenciales. A las cárceles muchas veces ingresan drogas, armas, explosivos… Si queremos hacer un esfuerzo para que las cárceles sean centros de reinserción, claramente tenemos que alejar esos elementos prohibidos”, añadió Alveal. Y explicó: “La droga no es que le sobre a quienes la trafican. Quien la vende dentro de la cárcel, se enriquece, y quienes se enriquecen tienen un poder distinto. Y los poderes al interior de la cárcel generan violencia”.
“Si se minimiza el crimen organizado, termina sometiendo al país”
El ex uniformado es claro en su diagnóstico. “El problema de la delincuencia hay que asumirlo como un problema de Estado y no como un problema del Gobierno. Si se minimiza el crimen organizado, termina sometiendo al país. Y termina sometiendo a los más pobres del lugar donde se instala”, aseguró igualmente Alveal.
Y cerró pidiendo un endurecimiento de los regímenes internos para los reclusos: “Por ejemplo, en las cárceles chilenas hay muchos espacios comunes donde interactúan internos 24/7, no en una celda individual. En Chile le temen a regímenes más estrictos. Que tengan todas las condiciones, como luz natural, comida, etc., pero más aislados. Veamos la rentabilidad: la reincidencia es del 50%, que es muy alta. Si pensáramos los regímenes de acuerdo con los delitos, la reincidencia disminuiría”.
