Investigación determina que denuncias por abuso sexual en contra de Felipe Berríos son “verosímiles”
Según lo informado por la Compañía de Jesús, se determinó que los hechos corresponden a "actos de significación sexual de distinta relevancia".
Por Aldo Lingua
El ex sacerdote fue denunciado en marzo por abusos sexuales frente al Arzobispado de Santiago. AGENCIA UNO/ARCHIVO
La Compañía de Jesús informó, durante la tarde de este jueves, que las acusaciones contra Felipe Berríos, quien en marzo fue denunciado por abusos sexuales ante el Arzobispado de Santiago, fueron acreditadas, por lo cuales se les catalogó de “verosímiles”. Es decir, en base al análisis que hizo la abogada a cargo de la indagación, María Elena Santibáñez, las situaciones por las que se acusó al jesuita ocurrieron y serían constitutivas de delitos canónicos.
Según lo consignado por la congregación, los hechos atribuidos a Felipe Berríos consistirían en actos “de significación sexual de distinta relevancia que habrían afectado a siete mujeres jóvenes y adolescentes”.
Precisaron, en ese sentido, que se trata de ”tocaciones y diversos traspasos de límites en el ejercicio del sacerdocio, entre los años 1993 y 2009″.
Continuando, desde la Compañía de Jesús afirmaron que “la Instructora llegó a la conclusión, en esta etapa del proceso, que un hecho que habría afectado a una menor de edad de 7 u 8 años, resultó ser no verosímil, de acuerdo a los antecedentes recabados”.
Cómo sigue el proceso contra Berríos
Los datos deben ser analizados por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, en el Vaticano, Roma, entidad que finalmente debe juzgar si realmente lo denunciado constituye o no delitos canónicos. De llegar a esa conclusión, en paralelo, deberán sancionar al sacerdote jesuita, Felipe Berríos.
Igualmente, agregaron, el informe fue remitido a la Curia General de la Compañía de Jesús para su revisión.
Mientras tanto, Berríos continuará bajo las medidas cautelares que se le habían decretado, las cuales son suspensión del sacerdocio, prohibición de acercarse a cualquier menor de edad y deberá mantenerse en Santiago, imposibilitado de volver a La Chimba, Antofagasta, lugar donde residía.
Desde la congregación resaltaron que “en el contexto de nuestro compromiso con la búsqueda de la verdad y de la justicia, manifestamos nuestro absoluto rechazo a cualquier tipo de abuso y nuestro sostenido esfuerzo por el cumplimiento de protocolos que aseguren la debida protección de niños, niñas, adolescentes y adultos vulnerables”.
