Pintaban pollos para disimular su aspecto: así fue el último decomiso masivo de comida callejera
Los alrededores del Mercado Tirso de Molina están saturados de vendedores ilegales, los cuales perdieron sus productos por las irregularidad detectadas por el Seremi de Salud.
Por Redacción EL DÍNAMO
Los vendedores de pollos en los alrededores del Mercado Tirso de Molina pintaban sus productos para mejorar su aspecto. AGENCIA UNO.
Un importante decomiso de comida de dudosa procedencia que era comercializada en la vía pública concretó la Seremi de Salud Metropolitana en las calles de Recoleta.
Personal de este departamento del gobierno regional llegó hasta Avenida La Paz, en los alrededores del Mercado Tirso de Molina, para sacar de circulación a cientos de carros que ofrecen productos sin estándares de calidad.
De acuerdo a la información que entregaron las autoridades sanitarias, fueron 196,7 kilos de alimentos los que fueron requisados y destruidos tras la fiscalización en este tradicional punto de encuentro de la Región Metropolitana.
Productos envasados sin rotulación, pollos y pescados faenados sin origen claro ni trazabilidad, incluso, pintados con colorantes para tener un mejor aspecto fueron encontrados durante el recorrido de la autoridad. Inexistencia de cadenas de frío y otras irregularidades fueron detectadas ante la resistencia de quienes venden estos productos, los cuales fueron multados.
“Son más de 20 comunas del Gran Santiago donde la Seremi de Salud de la Región Metropolitana está trabajando de forma intensa, justamente para poder combatir lo que es el comercio ilegal de alimento callejero”, comentó el seremi Gonzalo Soto.
“Son más de mil los carritos de comida que se han decomisado, principalmente en los focos que han trabajado intensamente con la Municipalidad de Santiago y la de Estación Central, y que mensualmente se retiran de la calles de Santiago”, complementó la máxima autoridad sanitaria de la región.
Problemas de salud por la comida callejera
En esa misma materia, Soto advirtió los problemas que podría causar la compra de esta comida por parte de los ciudadanos que se ven atraídos por un precio menor a los locales establecidos.
“Éste es un riesgo sanitario que se puede prevenir, combatir y eliminar. Hoy nos exponemos a muchas enfermedades con las altas temperaturas. Además de la proliferación de bacterias y microbios, podemos encontrarnos con listeria y salmonella, que pueden provocar problemas a la salud que van de una gastroenteritis hasta la Hepatitis B“, explicó la autoridad sanitaria.
