
La rectora del Internado Nacional Barros Arana (INBA), María Alejandra Benavides, quien se encuentra suspendida de sus funciones, presentó una demanda contra la Municipalidad de Santiago, tras acusar “daño psíquico” por parte del alcalde de Santiago, Mario Desbordes.
La docente interpuso la acción judicial en el Segundo Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago, luego de lo cual se fijó una audiencia preparatoria entre la demandante y el municipio para el próximo 9 de septiembre.
En el escrito de 16 páginas presentado ante el tribunal, la rectora del INBA sostuvo que la municipalidad incurrió en una serie de situaciones tanto antes como después de que asumió Mario Desbordes, las que le generaron un “daño psíquico”, ante lo cual pidió que se adopten varias medidas a su favor, además de una indemnización por daño moral.
Junto con aseverar que durante su gestión “logramos recuperar la imagen del INBA (…) aumentando las postulaciones vía proceso Sistema de Admisión Escolar (SAE)“, Benavides abordó también lo ocurrido el 23 de octubre de 2024, cuando varios alumnos del establecimientos resultaron con quemaduras mientras manipulaban bencina.
La rectora del INBA recordó frases que Desbordes dijo cuando era candidato
En esa línea, manifestó que Mario Desbordes, en su condición de candidato a alcalde, evaluó de inmediato su trabajo y no dudó en asegurar que “a la rectora del INBA la voy a sacar sí o sí”. “No debe dirigir un establecimiento educacional”, “ella es parte del problema” y “debería renunciar” fueron otras frases que empleó en aquella ocasión.
El texto también señala que luego de que el actual alcalde asumió el cargo, la docente le preguntó por su situación al director de la Dirección de Educación, Humberto Garrido, quien le dijo que no tenía instrucciones al respecto, pese a lo cual Desbordes prosiguió con sus emplazamientos y luego efectuó “una verdadera calificación televisiva de mi gestión”.
“Estas declaraciones no solo se encuentran fuera de la realidad (dado que mi gestión logró disminuir los hechos de violencia que señala), sino que además fuera de todo procedimiento regular de evaluación“, planteó en el escrito.
Acusó a la vez que estos hechos provocaron “un revuelo mediático que afectó a mi familia, por lo que debí cerrar el año escolar de mis hijas debido a la sobreexposición en los medios de comunicación, en redes sociales, etcétera“.
También dijo que se enteró por la prensa que la Municipalidad de Santiago abrió un sumario en su contra, y dijo que más adelante prestó declaración en el marco de la indagatoria en un ambiente que calificó de “hostil”, luego de lo cual le mandaron su testimonio para que lo firmara, “pero al leerla expreso mi duda por la redacción no solo a veces errática, sino que derechamente no existía concordancia entre lo escrito y lo declarado, solicitando su modificación“, detalló, pese a lo cual se vio “obligada a firmar”.
La salud mental de Benavides
“Todas las situaciones previamente relatadas me llevaron a una gran angustia y desesperación“, añadió la suspendida rectora del INBA.
Según planteó Benavides, tras estos hechos una profesional de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS) diagnosticó que padecía una enfermedad vinculada a su salud mental, condición que se ha mantenido desde que se dio inicio a la suspensión de su trabajo.
Al respecto, la rectora del INBA solicitó que se detengan las filtraciones del proceso que se lleva en su contra y que el alcalde de Santiago, Mario Desbordes, se abstenga de emitir declaraciones públicas “que impliquen un juicio”.
En la demanda, María Alejandra Benavides también pidió declarar otra vez en el sumario que se inició en su contra, así como una indemnización equivalente a 11 remuneraciones, y que su evaluación se realice mientras esté ejerciendo sus funciones en el establecimiento, entre otras solicitudes que incluye la acción judicial.