La Contraloría General de la República (CGR) detectó una serie de irregularidades en el uso del libro de asistencias de la municipalidad de Santiago, entre funcionarios de planta y a contrata, entre enero y diciembre de 2024.
En su informe, Contraloría reveló que el municipio aún utiliza un mecanismo manual de control horario que “no es fiable para garantizar la precisión e integridad de la información registrada. Esto es especialmente relevante dados los altos montos que el municipio paga por concepto de horas extraordinarias”.
Durante la revisión también se constató que, de los 74 funcionarios de la muestra en examen, 57 de ellos (77%) registraron la misma hora de entrada y salida, y no se acreditó que esta haya sido efectivamente la hora a la que ingresaron o salieron de su jornada laboral. “Esto podría ser una práctica habitual del resto de los empleados del municipio, como también que se cursen pagos de horas extraordinarias que no consta que fueron efectivamente realizadas”, precisa el documento.
Junto con ello, Contraloría realizó fiscalizaciones en marzo pasado, dando cuenta que 20 trabajadores de la municipalidad omitieron registrar en el libro de control de asistencia la hora de ingreso, salida, o ambas instancias.
En esta línea, detalló el caso de una funcionaria que regularizó su registro de salida y entrada al día siguiente; tres funcionarios registraron una hora de salida distinta a la de su retiro efectivo; y otros dos ya figuraban con el registro de salida a las 17:00 y 23:00 hrs.
El caso más particular ocurrió el pasado 27 de marzo, mientras fiscalizadores de la Contraloría revisaban el libro de asistencia de la Subdirección de Aseo Zona Centro Poniente, un empleado del municipio indicó su horario de salida a las 17:30 horas, en circunstancias de que, al momento del registro, eran las 13:40 horas.
Además, se estableció que 13 funcionarios, durante de abril, agosto, octubre, noviembre y diciembre de 2024, percibieron pagos por trabajos extraordinarios, por un total de $4.502.363, cuya ejecución no fue acreditada.
En vista de estos hechos, Contraloría ordenó al municipio adoptar una solución tecnológica automatizada para el registro y gestión del control horario “que garantice la integridad y confiabilidad de la información que allí se contenga. Esto, para dar cumplimiento cierto de la jornada de trabajo de cada funcionario, permitiendo -en base a información objetiva-, el correcto cálculo de las horas extraordinarias”.