Rubén Pérez Riquelme, director subrogante de Gendarmería, se refirió a la fuga de tres presos de alta peligrosidad desde la cárcel de Valparaíso, apuntando a “deficiencias estructurales del sistema” penitenciario.
El uniformado precisó que los tres involucrados eran parte del módulo 105, que alberga a los reos más peligrosos, y que escaparon usando un cable de acero como tirolesa, ya que estaba sujeto al techo del inmueble y unido al chasis del vehículo que los esperaba en el exterior.
Los presos fugados son Jairo González Miranda, condenado por el homicidio de la fotógrafa Albertina Martínez en 2019; Juan González Quezada, quien cumplía presidio perpetuo calificado por el crimen del carabinero David Florido en 2022; y Claudio Fornes Vicuña, condenado por robo con homicidio.
“Hasta el minuto no existe evidencia que haga presumir que alguno de nuestros funcionarios haya actuado movido por alguna intención distinta a la distracción, a las condiciones climáticas que conspiraron contra una vigilancia efectiva. Es decir, para ir al grano no tenemos indicios de algún acto de corrupción al respecto y de existir algo, alguna presunción sobre el particular se adoptarán drásticas medidas al respecto”, dejó en claro el representante de Gendarmería.
El director subrogante precisó que “estamos revisando la cronología, estamos utilizando el material fílmico. Insisto, ha sido un tanto difícil, lo adelanto, en la revisión de la evidencia fílmica queda de manifiesto que tratándose de horario nocturno y con una niebla como la que hasta este minuto persiste, y lo conozco porque me desempeñé en este recinto penitenciario, hace que las labores de vigilancia sean extremadamente complejas y riesgosas en horario nocturno para el personal que se desempeña en el recinto penitenciario”.
En esta línea, aseveró que la cárcel de Valparaíso es uno de los recintos con mayor población carcelaria, más de 3 mil, por lo que la fuga se concretó por “deficiencias estructurales del sistema”.