La defensa de Mauricio Ortega, el condenado como autor de la brutal agresión a Nabila Rifo, recurrió ante la Corte Suprema, luego de que en la semana anterior la Corte de Apelaciones Coyhaique revocó la libertad condicional que le había concedido la Comisión de Libertades Condicionales.
La medida la tomó el tribunal de alzada de Coyhaique, tras acoger el recurso de amparo que había ingresado el Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género (SernamEG) en favor de la víctima.
De acuerdo con lo argumentado por la Corte de Apelaciones al revocar la libertad bajo fianza a Mauricio Ortega, su víctima, Natalia Rifo, no fue debidamente notificada, por lo que no pudo ser escuchada ante la comisión.
Los argumentos de Mauricio Ortega para ir a la Corte Suprema
En su apelación ante la Corte Suprema, la defensa de Mauricio Ortega argumentó que su representado cumplía con los requisitos para acceder a la libertad condicional.
En esa línea, sostuvo que para obtener el beneficio se cumplieron todas las normas que fija el respectivo proceso y que, por tanto, el máximo tribunal debe desestimar la decisión que adoptó el tribunal de alzada de Coyhaique.
La defensa de Ortega aludió a los informes remitidos por jueces que integraron la comisión, según los cuales “los requisitos para acoger la solicitud de libertad condicional del condenado Ortega están dados por el tiempo de pena cumplido, su bajo compromiso delictual, su intachable conducta, que se extiende a todo el período que permaneció privado de libertad desde mayo de 2016“.
“También por ser aquel de los postulantes a la libertad condicional, que tiene mejor aspectada su reinserción, dado su entorno familiar, cuestión que no es desconocida de Gendarmería”, añadió.
El abogado apuntó también que el recurso de amparo que presentó del SernamEG y que acogió el tribunal de alzada de Coyhaique era improcedente en este caso, “ya que el amparo constitucional regulado en la Constitución procede contra actos u omisiones ilegales que priven, perturben o amenacen la libertad personal y la seguridad individual“.
La apelación de Mauricio Ortega ante el máximo tribunal sostiene a la vez que no existe una amenaza directa a la seguridad de Nabila Rifo, ya que “la eventual amenaza a la seguridad individual debe ser cierta, inminente y actual“.
“El temor legítimo de la víctima por sí solo no debe ser suficiente para anular una decisión legítima, a menos que exista una inminente y comprobable actuar del condenado (…) Debe provenir del acto en sí, no de la eventualidad de un futuro delito“, argumentó el abogado.
“La Constitución garantiza la seguridad individual. Si la víctima teme por su seguridad, existen otros mecanismos legales diseñados específicamente para la protección de víctimas de violencia de género, como órdenes de alejamiento o medidas cautelares reforzadas, que pueden adoptarse sin necesidad de revocar la libertad condicional“, dice la apelación.