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Descifrando a Vanessa Kaiser: su quiebre con Kast, el rol en los libertarios y por qué está dispuesta a asumir una candidatura parlamentaria

Doctora en filosofía, dura crítica del progresismo, futura candidata parlamentaria por el Partido Nacional Libertario, Vanessa Kaiser habla de las tensiones que la movilizan y por qué decidió dar un paso en la política.

Vanessa Kaiser se muestra orgullosa de su trayectoria académica y su faceta de escritora. No sólo de sus libros de tinte político en que suele atacar a la izquierda y en los que apuesta por dar la “batalla cultural” —el último que publicó fue El progresismo y la cultura de la muerte—, sino también de su faceta como poeta.

“Yo además de lo político tengo mis proyectos, soy poeta, por ejemplo. He escrito mucha poesía sobre el Paseo Huérfanos, la obra de la Rebeca Matte, el Mercado Central o La Vega; me inspiro mucho en Chile”, dice en entrevista con EL DÍNAMO

Ese lado, que ella describe como el aspecto más “espiritual” de su persona y que contrasta con la dureza que se aprecia en sus palabras cuando arremete contra el progresismo, tiene una profunda conexión con sus motivaciones para dar un paso al frente hacia la primera línea de la política de la mano del proyecto de su hermano Johannes, el Partido Nacional Libertario.

“A diferencia de Axel y Johannes, yo tengo como un anclaje espiritual muy fuerte con lo que pienso. Para mí, lo inmediato, lo de aquí y ahora, no tiene la relevancia que tiene lo trascendente. Y por ejemplo, la causa de la niñez para mí es visceral, yo me puedo quemar a lo bonzo por esa cuestión”, dice sobre su forma de hacer política. 

Su juventud cercana a la izquierda, con paso por el centro y su corta cercanía a republicanos

Vanessa (47), la segunda de cinco hermanos del matrimonio de Hans ChristianKaiser Wagner y Rosemarie Barents-von Hohenhagen, estudió periodismo en la universidad Finis Terrae, es magíster en Ciencia Política de la Universidad de Chile y Doctora en Ciencia Política y Filosofía de la Universidad Católica. Esas credenciales suele recordarlas de forma majadera. 

También suele repetir que el estallido social fue “derechamente un golpe de Estado”, que la “mal llamada ideología de género” está arruinando al país y que hoy la derecha debe dar la batalla cultural ante el progresismo que califica como la “ideología del mal”.

Pero Vanessa no siempre estuvo en la derecha más radical. Hace 15 años participó en el extinto proyecto político de centro derecha llamado Chile Primero, partido en que junto a otros jóvenes de tendencia liberal, como Alberto Pretch o Vlado Mirosevic, apostó por darle una nueva imagen a la derecha tradicional chilena. 

Incluso, fue parte activa de la campaña parlamentaria de Mirosevic de 2009 cuando, bajo el alero de Chile Primero, buscó un escaño en la Cámara de Diputados por el extinto distrito 19 que representaba las comunas de Independencia y Recoleta.  

En su época universitaria también tuvo cercanía con la izquierda, según ella misma confiesa. “Tuve mi tiempo de zurda”, comenta entre risas recordando que participó en el libro Veintidós Caracteres que reunió perfiles de destacados periodistas de las últimas décadas del siglo pasado.

Kaiser aportó con un perfil de la destacada periodista de derechos humanos Patricia Verdugo, autora de títulos como Los Zarpazos del Puma (1989), Operación Siglo XX (1990) y Tiempo de días claros (1990).

Pero a pesar de haber transitado por varios espacios del espectro político, al igual que sus hermanos, terminó en el ala más extrema de la derecha nacional. 

Según explica, el estallido social de octubre de 2019 fue un episodio en que hizo un click y terminó decantando en la posición que hoy muestra y la moviliza a hacerse parte del mundo político el cual, asegura, tiende a despreciar.

“A mí me pilló en un muy mal momento el golpe de Estado (se refiere a octubre de 2019) porque yo había terminado el segundo doctorado el 12 de octubre de ese año. Entonces yo estaba así como ya, ahora soy libre y quedé en la cárcel. Y ver el sufrimiento de la gente más débil —estamos hablando de los viejitos, la gente más pobre— te nace el instinto de protección. Y eso se manifiesta en querer que se le aplique la ley dura a la gente que la está violando”, asegura.

En los años posteriores, al igual que su hermano Johannes, utilizó su canal de Youtube (Esfera Pública) para dar —como ella dice— “la batalla cultural” en medio de la discusión de la primera propuesta constitucional. De hecho, en ese primer intento por tener una nueva Constitución tuvo un acercamiento con José Antonio Kast para ser candidata por los republicanos, a pesar de la distancia personal.

Tras el 18 de octubre, se produjo un acercamiento temporal —un tanto instrumental— con el fin de postularse como constituyente bajo el alero de Republicanos, idea que sus hijos le hicieron descartar: “Mis hijos me dijeron: No mamita, si usted es como para sacar la hermana de Axel, la van a arrasar, a esa no la van a dejar“.

La ruptura definitiva con Kast vino con el segundo intentó por dar con una nueva constitucional cuando, a su juicio, el líder de los republicanos “traicionó sus principios”, al comandar el Consejo Constitucional a pesar de haber dicho que su postura era contraria a tener una nueva carta magna. 

Lo que hizo José Antonio fue obligar a su gente a mentir. Es un pésimo líder. Si tú obligas a tu gente a mentir, es porque eres un pésimo líder”, fustiga.

Vanessa Kaiser y su rol en los nacional libertarios

Pese a la cercanía que había tenido con otros proyectos políticos en el pesado, esta vez es la primera vez que Vanessa Kaiser milita formalmente en un partido. Se inscribió, dice, a petición de su hermano Johannes, líder del partido que hoy ya cuenta con más de 48 mil militantes

Esa es la misma razón por la que está dispuesta a competir en un cupo parlamentario. “Johannes me pidió que lo pensara, y finalmente puso cara de cordero y yo lo quiero tanto… Le dije que no le puedo decir que no”, dice sobre las razones para aventurarse a la elección parlamentaria de noviembre.

Aunque asegura que aún no hay una definición sobre el distrito por el que competiría, adelanta que lo más probable es que sea en una región de la zona sur. En su partido dicen que lo más probable es que sea por la senatorial de La Araucanía.

En paralelo, Vanessa tiene un activo rol en el PNL: da charlas a los nuevos militantes con el fin de dar “sustento ideológico” a la militancia y frecuenta encuentros con la juventud del partido. 

“El 72 % de los inscritos hasta ahora nunca había estado inscrito en un partido. Nunca. Nosotros tenemos un 10% que viene de republicanos, el resto es todo una minoría de otros partidos. El resto es todo gente apolítica, que nunca se ha metido en la política. Y eso pasa porque la gente siente que hasta a su hijo del kínder tiene que protegerlo de la ideología”, sentencia.

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