
La campaña de cara a las primarias no sólo obligó a los candidatos y candidatas a mostrar su propuesta para gobernar al país, sino que sacó a relucir las diferencias que existen e incomodan en la coalición que lidera el presidente Gabriel Boric.
Semana a semana la campaña se hizo más áspera al punto de que se ha puesto en duda la unidad del sector tras el resultado de la elección que se llevará a cabo este domingo 19 de junio.
Por lo mismo, la primera tarea que tendrá el o la candidata única del sector —que saldrá entre Jeannette Jara (PC), Carolina Tohá (Socialismo Democrático), Gonzalo Winter (FA) o Jaime Mulet (FRVS)— será lograr la armonía entre los ocho partidos que componen la alianza.
El primer acercamiento será el mismo domingo. Una vez esté claro quién es el ganador de la primaria, los otros candidatos perdedores junto a sus adherentes se trasladarán hasta el comando vencedor para felicitarlo y entregarle su respaldo.
Pero más allá de lo simbólico, la maquinaria oficialista comenzará a moverse el mismo lunes 30. Según dicen voces de la coalición, lo más seguro ese día el candidato único recibirá a las directivas de todos los partidos de la alianza de Gobierno para delinear los próximos pasos en la presidencial.
En ese sentido, los líderes de los partidos apuestan por una rápida reformulación de la candidatura para dar con un comando de unidad en que tengan presencia todos las tiendas que respaldarán la candidatura que irá a la papeleta de noviembre.
El presidente del Partido Radical (PR), Leonardo Cubillos, explica a EL DÍNAMO que el proceso de convergencia en la candidatura única constará de tres etapas: concretar el pacto electoral ante el Servel, llegar a una propuesta programática conjunta y, por último, definir los rostros de la campaña.
Sobre esto último, Cubillos explica que “tiene que estar fundado en las incidencias que cada colectividad tendrá en el comando del candidato/a ganador, a fin de que todos estemos incorporados en la campaña real, donde se juega todo en el mes de noviembre”.
En ese contexto, una de las principales preocupaciones de la alianza será aplacar los descolgados que puedan surgir.
En el eventual escenario de que Tohá sea la ganadora, existe la posibilidad de que el gobernador de Valparaíso, Rodrigo Mundaca (IND), se levante como una carta presidencial del mundo de izquierda que no se sienta representado por el Socialismo Democrático.
Y si es que vence Jara o Winter, sectores de centro, como la DC, ya notificaron que buscarán una candidatura propia.
Por lo mismo, quien resulte perdedor también tendrá la tarea de tender puentes con otros sectores para asegurar respaldos más allá de la coalición gobernante.
Candidato único y líder de la coalición
Además de definir quién será el abanderado de toda la coalición, en el oficialismo está presente que la conclusión lógica del resultado será qué sector goza de mayor respaldo: si el bloque FA-PC o el Socialismo Democrático. Asimismo, el candidato único pasará a ser el líder de la alianza de aquí en más.
“Como partidos vamos a abogar por la unidad del progresismo y eso significa que una vez conocidos los resultados, todos y todas nos pondremos detrás de la candidata o el candidato ganador. Eso viene acompañado, por supuesto, de quién liderará al sector”, dice a EL DÍNAMO el secretario general del PPD, José Toro.
Otras voces, por el contrario, abogan por que cada sector mantenga su propia impronta, sobre todo pensando en la lista parlamentaria que hoy se negocia.
“En esta primaria no se va a ganar nada, solo se define quién es la persona que nos representará en la elección de Noviembre (…) No debiesen fijarse predominancias de unos sobre otros, ya que si hubiese sido aquello el objetivo, todos vamos a la papeleta de primera vuelta”, comenta Cubillos.
¿Impacto en la negociación de las listas?
Otra discusión que se lleva a cabo paralelamente es la fórmula a emplearse para enfrentar la elección parlamentaria.
Hoy, la opción que toma más fuerza es la de las dos listas, pese a que en público los dirigentes de los partidos han expresado su intención de ir en una sola lista.
La discusión de fondo, advierte voces de la coalición, es que la unidad para enfrentar la presidencial se vería afectada con dos listas, puesto que el candidato único estaría más identificado con los integrantes de la lista que suscriba su partido. Y, por consiguiente, la candidatura —más allá del respaldo formal de los partidos— se reduciría a sólo su base de apoyo.
Una apreciación diferente tiene el presidente de Acción Humanista, Tomás Hirsch, quien señala a este medio que a pesar de que son “situaciones que están muy interrelacionadas “el resultado mismo de la elección no debería incidir directamente en el número de listas” ya que esta resolución “es parte del proceso de negociación que tengamos en las próximas semanas”.
Y agrega: “Si es una o dos listas no tiene por qué significar división, sino que pueden ser perfectamente complementarias”.