El programa económico le provocó un impensado dolor de cabeza a José Antonio Kast, quien en las últimas semanas se ha consolidado como el principal competidor para llegar a La Moneda en noviembre próximo. Sin embargo, la calma en las huestes republicanas parece haber llegado a su fin.
Esto, ya que salió a la luz uno de los puntos más polémicos de la propuesta de gobierno del líder de Republicanos –el llamado Chao préstamo– con el cual busca eliminar el seguro social que establece la flamante reforma de pensiones, esto es, el aporte reembolsable hacia el Estado con el 1,5% de la cotización adicional y con el cual las jubilaciones verían un aumento a partir de enero de 2026.
La legislación actual establece que será devuelto en su totalidad al afiliado una vez que este jubile, con los correspondientes intereses y reajustes. Con esto, se podrá pagar una garantía de 0,1 UF por año cotizado, con un tope de 2,5 UF para los actuales pensionados y los próximos a acogerse a retiro, desde el próximo año.
Pero José Antonio Kast pretende borrar esto y reemplazarlo por una fórmula centrada en “la inversión en instrumentos financieros en condiciones de mercado”. Pero la principal dificultad que enfrenta el abanderado de oposición y su comando es “el aterrizaje” de su iniciativa y el recelo que genera en el mundo político y económico su financiamiento.
Emisión de bonos de Estado: el fantasma de deuda pública que complica a Chao préstamo
El principal argumento de quienes están en contra de este mecanismo es que se pretende reemplazar estos recursos a través de bonos estándares emitidos por el Estado, lo que se traduce en mayor deuda pública y generaría incertidumbre a los mercados y a los propios pensionados, ya que la autorización para emitir esta deuda deberá discutirse año a año en la Ley de Presupuesto.
Quien dejó ver esta situación fue María Cecilia Cifuentes, integrante de la mesa técnica de pensiones y parte del equipo económico de Evelyn Matthei, quien apuntó a radio Universidad de Chile que “ellos dicen Chao al préstamo pero no están planteando subir los impuestos. Uno tiene que volver a hacer la pregunta ¿de dónde salen los recursos? Entonces, la alternativa, si no son impuestos es deuda pública, que entiendo que esa es la propuesta que se está haciendo”.
Cifuentes aseveró que “financiarlo simplemente con deuda pública genera un problema de riesgo país. Eso genera un aumento en las tasas de interés, de alguna forma ahí el Fisco toma recursos del sector privado, por lo tanto, tiene un impacto negativo en la inversión y en el crecimiento económico y, además, sube el costo del crédito para toda la población”.
Junto con ello, puso énfasis en la situación de los 1,6 millones de jubilados que comenzarán a recibir el préstamo del Estado a partir de enero de 2026: “La pregunta que viene es si ellos dicen Chao al préstamo, entonces ¿se elimina la mejoría a las pensiones actuales? ¿No dan el bono por años cotizados o lo financian directamente con deuda o con impuestos?”.
Más drástica fue Soledad Hormazábal, también parte de la mesa técnica y representante de Horizontal, que sostuvo a La Tercera que “en la situación de actual estrechez fiscal, agregar este gasto al Estado sería muy irresponsable. Es importante precisar que el préstamo se invertirá en un instrumento financiero público a tasa de mercado, por lo que no se ve una mejora en la situación para los afiliados con esta propuesta”.
Los fallidos intentos de José Antonio Kast para disipar la incertidumbre
Frente a este escenario, José Antonio Kast intentó acallar los cuestionamientos en el marco de su participación en el último foro presidencial de Icare y buscar intentar explicar el, hasta ahora, difuso mecanismo de financiamiento de su plan de pensiones.
Consultado sobre cómo se garantizarán los recursos para solventar los aumentos de las pensiones y si esto será a través de la emisión de más deuda pública, se limitó a responder que “nosotros nunca estuvimos de acuerdo con que fueran los trabajadores los que hicieron prestado al Estado. Y hay distintas maneras de tener al Estado cumpliendo con sus obligaciones. Todos los aumentos en las pensiones van a seguir tal como están”.
Junto con ello, anunció la llegada del economista y ex convencional Bernardo Fontaine, paradójicamente el precursor del préstamo al Estado para destrabar la discusión de la reforma de pensiones, para defender la eliminación del actual mecanismo.
Esto no pasó desapercibido en el comando de Evelyn Matthei, donde los dardos se dirigieron al integrante de Con mi plata No, como lo evidenció el ex ministro de Hacienda, Ignacio Briones.
“Las vueltas de la vida (literal): Bernado Fontaine fuiste el padre intelectual de la idea del préstamo como forma de destrabar reforma, y hoy lo críticas. Por si fuera poco, proponías un bono que pagara apenas UF +1%, mucho menos que la tasa de mercado (hoy UF+ 2,5%) que se aprobó”, declaró el otrora secretario de Estado.