Con cierta desazón recibieron el comando de Evelyn Matthei los resultados de las encuestas del pasado fin de semana. El alza que había experimentado en el último periodo la abanderada de Chile Vamos, Demócratas y Amarillos se detuvo e, incluso —según algunos sondeos— retrocedió.
A pesar de la foto de los últimos días, el senador e integrante del comité político de Matthei, Luciano Cruz-Coke (Evópoli), se mantiene optimista respecto a la posibilidad de que su candidata pase a segunda vuelta. “Quedan 60 días, se agregan al padrón 5 o 6 millones de votos obligatorios y la capacidad que tiene la candidatura de convocar a personas que vienen de la Concertación, nos permite tener esperanza de que vamos a estar en segunda vuelta”, dice el senador en entrevista con EL DÍNAMO.
Eso sí, en la eventualidad de que la abanderada no pase a segunda vuelta, el senador es claro en señalar que “ante la alternativa de ser gobernado por una militante del PC, Matthei siempre va a apoyar la alternativa”.
“Tenemos esperanza muy cierta de que vamos a estar en segunda vuelta”
—¿Dónde está la posibilidad de que Evelyn Matthei pueda pasar a segunda vuelta?
—En varios elementos. Primero, que efectivamente quedan dos meses y en las últimas semanas el despliegue de la campaña ha ido en ascenso. Los candidatos que van liderando van ambos en descenso, leve pero descenso. El aumento nuestro también ha sido leve pero consistente. Quedan 60 días y se agregan al padrón 5 o 6 millones de votos obligatorios. La capacidad que tiene hoy día la candidatura de Evelyn Matthei de convocar a personas que quedaron en la Concertación, del mundo de centro izquierda, junto con el grupo de centro y derecha que la acompaña, nos permite tener esperanza muy cierta de que vamos a estar en segunda vuelta.
—Uno ve que Matthei había logrado subir en las encuestas, acercarse al 20%, pero esta semana se ve que retrocede. ¿A qué se lo atribuye?
—Hay que ser muy cuidadoso porque por primera vez vamos a tener elecciones con voto obligatorio. Esto es muy distinto. El último plebiscito con un padrón de aproximadamente 15 millones votó el 83%; son cerca de 13 millones y medio de votos. Es muy difícil con muestras pequeñas aproximarse a esas cantidades. Las elecciones, sobre todo en épocas de redes sociales y en la recta final, se deciden mucho más cerca del momento de la elección. Se ha demostrado que el voto móvil que transita entre candidaturas es alto.
—Hace unos meses hubo varios errores de la campaña en ciertos temas. ¿El cambio en el comando y en el tono de Evelyn Matthei alcanza a revertir lo que se ve en las encuestas en el poco tiempo de campaña que resta?
—No es tan poco, son 60 días donde la campaña acaba de empezar y se está desplegando territorialmente, donde Chile Vamos tiene ventajas comparativas enormes. Hay alcaldes, diputados, parlamentarios, senadores. En el trabajo territorial hay un músculo importante que tiene la candidatura de Matthei y que otras campañas no tienen. Con el efecto de debates que van a venir, la opinión pública se está formando una idea distinta. Y la única candidatura que está dando garantías de experiencia, calidad de programa y lograr aunar mundos políticos que son nuevos desde el rechazo, es la de Evelyn Matthei.
“Lo que viene a representar Evelyn Matthei es la capacidad de un mundo moderado“
—Usted mencionaba al votante de la Concertación, el que no pretende venir a refundar Chile, ¿en qué se puede ver reflejado ese electorado que quizá hace unos meses votó por Carolina Tohá en la primaria del oficialismo?
—Creo que hay un asunto de gestión. Evelyn es una persona que tiene experiencia, no solo ha sido parlamentaria sino que ha gestionado, ha sido ministra del Trabajo donde se creó un millón de empleos, administró una alcaldía de manera exitosa. Su plan de seguridad se replicó en muchas municipalidades. Y porque hay muchos que no van a votar ni por José Antonio Kast ni por Jeannette Jara, porque a ella la consideran una comunista y extrema, y él de una derecha dura y muy conservador. Lo que viene a representar Evelyn Matthei es un mundo moderado que no quiere más experimentos con el país. El orden que hemos buscado en dar soluciones a problemas ingentes en seguridad, crecimiento económico, empleo, migraciones, le da confianza de que no vamos a someter al país a un nuevo experimento.
—¿No cree que al apuntar a ese electorado de centro se pierde el voto tradicional de derecha?
—No, porque también era un mundo al que apuntó Sebastián Piñera. El ex presidente salió con dos buenas votaciones y logró ampliar las fronteras de la derecha tradicional. No hubiese ganado las elecciones solo con la derecha. La idea es generar condiciones para un gobierno nacional. No me importa si la persona venía de la Democracia Cristiana o tuvo un pasado concertacionista, si proponen buenas soluciones factibles y técnicamente viables. La gente quiere personas capaces, eficaces, con experiencia que puedan enrumbar un país que ha dado pasos atrás con el gobierno actual.
—¿Con quién cree que es más probable que Evelyn Matthei pase a segunda vuelta?
—No me quiero aventurar. El ideal sería que puedan pasar dos candidatos de oposición, sería el caso de Matthei con Kast. Pero estamos apostando a alcanzar los votos suficientes para ser la alternativa al candidato que pase. Nuestra tarea es trabajar territorialmente, programáticamente, mostrando elementos importantes del programa: vivienda con pie cero financiado por el Estado para las 600.000 viviendas de déficit, crear un millón de empleos, una policía especial fronteriza con 10.000 nuevos carabineros, un plan de seguridad de 2.200 millones de dólares. Hay experiencia de gobierno. Gestionar el Estado no es sencillo, no bastan eslóganes, tiene que haber personas que conozcan el Estado por dentro.
—Hace meses Ximena Ossandón decía que el rival en primera vuelta era José Antonio Kast porque se peleaba el mismo electorado. ¿Esa lectura cambió?
—No queremos centrarnos en otras candidaturas. Nosotros aprendimos cuando sufrimos una baja en las encuestas y eso es lo que están experimentando hoy otras candidaturas. Tenemos que referirnos a los problemas ingentes de los chilenos en vivienda, salud, seguridad, empleo, crecimiento económico. Para nosotros el rival no es Jara y Kast en particular, es darle solución racional, inteligente y con experiencia a los problemas más ingentes del país.
“Hay un mundo de la izquierda radical que se emborrachó con el proyecto constitucional”
—¿Evelyn Matthei es la única candidata que ofrece que no ocurra una polarización que lleve a conflicto social?
—Hay un mundo, no toda la izquierda sino una parte de la izquierda radical, que no creía en la institucionalidad ni en la democracia. Lo vivimos con los intentos por desbancar a Piñera. Las declaraciones de Guillermo Tellier, ex presidente del PC, donde señaló que Piñera debía renunciar tras el estallido. Quemaron las calles durante meses. Hay un mundo que se emborrachó con el proyecto constitucional rechazado por una inmensa mayoría porque era absurdo. Algunas de esas mentes afiebradas todavía circulan. Quien tiene las competencias, capacidad y experiencia para darle buena gobernabilidad al país es Evelyn Matthei. El chantaje respecto de nuevos estallidos es una quimera que algunos quisieran usar como lo hicieron antes.
—¿Pero una eventual presidencia de José Antonio Kast no aseguraría esa gobernabilidad?
——Chile tiene un Estado de Derecho, las normas y las leyes se deben cumplir y nadie puede pretender estar por sobre la institucionalidad. Quien tiene las competencias, capacidad y experiencia para darle buena gobernabilidad al país es Evelyn Matthei. Pero está todo dentro de la norma de nuestro Estado de Derecho. El chantaje respecto de nuevos estallidos sociales o de ingobernabilidad, creo que es una quimera que muchos quisieran volver a usar como lo hicieron antes.
—En ese grupo de extrema izquierda, ¿identifica en ese sector de izquierda radical a Jeannette Jara?
—A ella en particular no me parece por lo que declara. Pero si uno conoce la historia del Partido Comunista en Chile, se dará cuenta que tienen un compromiso frágil con la democracia. Fueron los primeros en pedir la renuncia de Piñera, un presidente democráticamente electo dos veces. No tengo confianza en que, llegado el caso de proteger la institucionalidad, el PC vaya a tomar una opción distinta a la del estallido social.
“Las relaciones han quedado bastante melladas”
—¿Por qué hasta hoy no se ha dado claridad sobre apoyar a cualquier candidato de oposición que pase a segunda vuelta?
—Ha habido momentos lamentables durante la campaña, como apuntar a otros como “la derecha cobarde” o decir que algún candidato está “en los potreros”. Cuando solicitaste ir en pacto en alcaldes y gobernadores, perdiendo cinco gobernadores porque no fuimos juntos con republicanos, cuando solicitaste primarias conjuntas y dijeron que no, cuando solicitaste pacto parlamentario para maximizar las opciones de la oposición y también dijeron que no, obviamente se dañan las relaciones. Además con una campaña de redes sociales muy dura señalando que Matthei tenía Alzheimer. Las relaciones en política tienen elementos humanos. Pero que no le quepa duda a cualquiera que conozca la trayectoria de Matthei que ante la alternativa de ser gobernado por una militante del PC, siempre va a apoyar la alternativa. Eso también corre para nosotros, por supuesto apoyaríamos a José Antonio Kast. No creo que haya duda respecto de que la alternativa a la continuidad de este gobierno va a ser apoyar al candidato que pase a segunda vuelta.
—Se ha hecho bastante debate sobre si Chile Vamos integraría un gobierno de Kast. ¿Usted ve a Republicanos integrando un gobierno de Evelyn Matthei?
—Hay que llamar a las personas que tengan ganas. La idea de tener pegados con chicles a personas que quieren su propia identidad no tiene sentido. Y ese ha sido el discurso del Partido Republicano. No quisieron pacto en gobernadores, primaria, pacto parlamentario. Quieren apostar a su identidad propia. Se declararon oposición al gobierno de Piñera. Puede haber personas, pero sería muy audaz señalar que institucionalmente podrían formar parte del gobierno de Matthei. En política las cosas son lo que son, no lo que uno quiere que sean. Los rechazos consecutivos no dan muestra de voluntad de integrar nada.
—¿Se está jugando la hegemonía de la derecha en esta presidencial?
—Hay un elemento que todavía no cristaliza políticamente: el rechazo. Hay algo interesante que dice relación con cómo la lógica de izquierdas y derechas se ha quebrado y estamos reconfigurando la geografía política del país. Chile Vamos va a seguir siendo la fuerza mayoritaria de centroderecha y se va a ampliar. Ser mayoría en el congreso con demócratas y amarillos, hay un mundo social cristiano de centroizquierda que permite dialogar con un acento de derecha democrática amplia que puede representar una nueva fuerza electoral que dé cuenta del efecto del rechazo.
“Estamos disponibles para recibir a Michelle Bachelet”
—¿Cuál es su evaluación del anuncio de la candidatura de Michelle Bachelet a la secretaría general de la ONU?
—Falta un año para tomar esa decisión. Lo que me asusta es lanzar una candidatura en un momento tan álgido de la política internacional. Temo que la imprudencia pueda conspirar contra el objetivo.
—¿Estarían abiertos desde el comando a recibir a Michelle Bachelet para hablar de este tema?
—Yo no puedo hablar por la voluntad de Evelyn Matthei, pero yo no tengo ninguna duda de que si ella le pide una reunión no va a tener ningún problema en recibirla. Pero es importante que antes de anunciar públicamente candidaturas a nivel internacional, se haga un trabajo interno, como señaló el senador José Miguel Insulza. Hay que ser extremadamente prudentes, porque esto no funciona por la prensa sino con trabajo uno a uno en materia internacional.
—¿Esperaría que la expresidenta se abstuviera de dar señales en favor de Jara en la elección presidencial?
—En esta materia hay que ser extremadamente prudente y esa prudencia rige para el Ejecutivo y para quien pretende candidatearse. Si se está en pos de un objetivo nacional, es a todo el país al que debe representarse y no solo un sector.