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Vanessa Kaiser, primera senadora libertaria: “Ojo con creer que José Antonio Kast está electo, porque ese es el peor de los errores”

En entrevista con EL DÍNAMO, la nueva senadora por la Araucanía y hermana del ex candidato presidencial Johannes Kaiser reflexiona sobre su elección, su diagnóstico sobre los problemas estructurales de la región y la proyección de un eventual gobierno de José Antonio Kast.

Vanessa Kaiser (48) es profundamente creyente. De hecho, atribuye su elección como senadora por La Araucanía, en parte, a Dios. “Aquí es donde él me quiere”, dice la primera senadora que tendrá el Partido Nacional Libertario en el Congreso.

En febrero, cuando Johannes le ofreció ser candidata, Vanessa no estaba segura de asumir el desafío. No le gusta la política; prefiere la academia, subir cerros y, al igual que su hermano, le apasiona el contacto directo con su comunidad de YouTube. De todas formas, decidió ir como candidata por el proyecto nacional libertario que encabeza a cambio de una promesa que debía cumplir Johannes: dejar el cigarro.

Él dejó de fumar y ella fue electa como segunda mayoría en La Araucanía como senadora.

“No estaba en mis libros ser parte de la casta política, no era mi proyecto de vida”, parte diciendo sobre su elección en entrevista con EL DÍNAMO.

—¿Hay una contradicción entre su convicción personal y este nuevo rol que le toca asumir?

—No hay contradicción cuando tú vives la vida espiritual y pides a Dios ser su instrumento. Es un tipo de vida que puede vivir cualquiera de nosotros y supera tus intereses personales estrictos, pues se transforma en tu propósito ulterior. Hay bienes que son trascendentes, como la vida de tus conciudadanos, el bien común, la patria, las instituciones, la familia, la infancia. Si los defiendes, tu huella permanece en el tiempo.

Kaiser compara la labor parlamentaria que le tocará desempeñar a partir de marzo próximo como quién debe aceptar la responsabilidad de una tarea inevitable; que conlleva riesgos y dilemas, pero es necesaria para lograr un bien mayor.

“Tú puedes ser ese otro, llevar ese otro tipo de vida. Hay personas que no necesitan hacerlo o que lo hacen en otros ámbitos. A mí me tocó ser llamada por el deber. Lo mismo le pasa al bombero que entra al incendio arriesgando la vida porque lo hace por deber. El carabinero que sale a perseguir al criminal que está mejor armado que él, lo hace por deber. Mi deber con mi país, que ha sido mi hogar durante mis 48 años de vida y que yo amo por sobre todas las cosas, ahora es servir”, dice.

“En La Araucanía no existe el derecho a la propiedad”

—Fuiste la segunda mayoría de la región. ¿A qué se lo atribuye?

—En la región no nos gusta el turismo electoral. Yo soy de Villarrica y he hecho un trabajo en redes que ya me había dado ese piso de llegada del 6%. Y realmente fue súper épico, porque el partido nació recién hace unos meses y con mi equipo comenzamos a hacer campaña las últimas semanas.

—¿Cuál es su diagnóstico respecto a los problemas de la región?

—El diagnóstico es que en La Araucanía el derecho a propiedad no existe. Y cualquier persona que haya estudiado ciencias políticas básicas y economía básica sabe que sin derecho a propiedad no hay desarrollo, no hay crecimiento, sólo miseria.

—¿Por qué dice que no existe el derecho a propiedad?

—Por un lado, por el terrorismo que encarece el funcionamiento del aparato productivo porque todo lo que tú quieras hacer exige inversión en seguridad. La segunda variable: la Ley Indígena y el Convenio 169. En Chile tenemos a nuestros compatriotas mapuches viviendo bajo el régimen socialista de Salvador Allende. Es el único lugar del país donde chilenos viven en propiedad colectiva y se les prohíbe tener propiedad individual. Y tercero, la permisología. Acá se ha usado de forma descarada.

En conclusión: no existe el derecho a propiedad por el terrorismo, por la Ley Indígena y el Convenio 169 y por la permisología que es la herramienta por excelencia que está usando la nueva izquierda para atacar el derecho a la propiedad.

—¿Y la solución?

—Terminar con el terrorismo, meter a los terroristas tras las rejas, con un estado de sitio acotado. Además, sería fundamental poder traer a Dorothy Pérez a trabajar acá y hacer una auditoría sobre el funcionamiento de la CONADI, el INDAP, etc, para ver cómo se están destinando los fondos. Por último, hay que terminar con la Ley Indígena y el Convenio 169.

—Sobre el estado de sitio acotado que mencionas, ¿cómo funcionaría?

—Aquí el estado de excepción, después de que se ha dado 60 veces, no tiene nada de excepcional. No se puede tener una región completa afectada. El estado de sitio acotado funcionaría porque en la región hay ciertas zonas tomadas por terroristas. De ahí que tenga sentido hablar de un estado de sitio acotado. En esas localidades se necesita intervención con militares, con justicia militar, de manera acotada, en un tiempo muy breve. Pero son los técnicos militares los encargados de realizar esa bajada.

“El gran riesgo que corremos todos es que Johannes hubiese sido mucho mejor candidato”

—El Senado es conocido como el lugar donde se cocinan los grandes acuerdos. ¿Cómo proyecta su participación en esa dinámica, que es propia de la política tradicional?

—Vamos a apoyar los acuerdos que beneficien a Chile, sean coherentes y reafirmen los principios desde los cuales nosotros actuamos. Para eso, 100% disponibles. Y si no están de acuerdo con esos principios, bueno, en la democracia uno va a expresar desacuerdo y no va a dar el voto.

—Además de su elección, los nacional libertarios tuvieron un buen resultado con una bancada de ocho diputados militantes. ¿Cuál va a ser el estilo de ustedes en este nuevo Congreso?

—Lo que pasa es que el estilo ha sido marcado por mi hermano, ex candidato a la Presidencia. Él no ha abandonado la batalla cultural. Y está clarísimo que acá, frente a los resultados de las elecciones, nosotros tenemos que darla con mucha fuerza, seguir adelante. Y, por lo tanto, ese sello lo vamos a tener.

—¿Cómo proyectas esa batalla cultural en torno al trabajo del Congreso?

—Vamos a enfrentarnos a gente que nos dicen que somos extrema derecha, pero ven de lo más normal y de centro que la izquierda apruebe una reforma a la ley de género que permite a niños de tres años comenzar con su terapia afirmativa, pero nosotros somos los extremos. Ese tipo de cosas hay que empezar a ponerlas sobre la palestra. Hay que prepararse bien, asumiendo que nos van a demonizar. Y eso es algo que le pasó en la campaña a Johannes.

Al igual que su hermano, Vanessa tiene una mala evaluación de la cobertura de la prensa. Recuerda en particular el episodio cuando Johannes aseguró que Jeannette Jara era “Bachelet, pero con esteroides”, concepto popularizado en el escenario político de Estados Unidos para referirse a una versión más radical o intensificada de otra figura.

“Ya uno se tiene que empezar a reír de esa prensa poco seria y activista. No podemos aceptar que traten a los ciudadanos como si fueran imbéciles. Algunos medios instalaron la tesis de que Johannes estaba ridiculizando a Jara por su físico. Ese tipo de cosas ya no son tolerables”, dice la libertaria.

—¿Por qué crees que finalmente Johannes no termina pasando a segunda vuelta?

—Johannes lleva cuatro años en política, me parece que faltó maduración en términos de poder llegar con el proyecto nacional libertario a la presidencial de manera más consolidado. Creo que hubo mucha gente que no entendió, que no supo, que no se pudo informar, porque no participa tanto de las redes para atender a los temas políticos.

—Siendo similares los proyectos políticos de Johannes y José Antonio Kast, ¿por qué la ciudadanía optó por el segundo?

—Yo no estoy en absoluto de acuerdo en que sean el mismo proyecto. Porque Johannes sí se hace cargo de dar las garantías a la Fuerza Armada y de Orden para intervenir, y hasta ahora José Antonio Kast no, pues no hay reforma al Poder Judicial en su proyecto. Otro aspecto fundamental del programa es la auditoría al Estado caiga quien caiga.

Entonces, no es un tema del proyecto. Lo que pasa es que el Partido Republicano está trabajando hace varios años, tiene una tremenda maquinaria, respaldo económico de ciertos sectores empresariales y nosotros no.

—O sea que el resultado pasó por ahí…

—Evidentemente. Es muy distinto cuando se trabaja desde un partido que ya tiene una existencia de ocho años, con dos presidenciales a cuestas, más un proyecto de nueva Constitución que, aunque era de ultraizquierda, dio visibilidad y aportó presencia territorial a su candidato.

“Ojo con creer que José Antonio está electo, porque ese es el peor de los errores”

—Cuando Kast pasó a segunda vuelta, Johannes fue y le dio su respaldo inmediatamente. Tú habías expresado ciertas diferencias en el pasado. ¿Lo vas a apoyar activamente?

—Ayer estuve con él y lo voy a apoyar hasta que salga presidente. Y luego espero que como presidente se mantenga dentro de su programa y juntos podamos resolver los problemas del país, porque para eso estamos. Los acuerdos que no benefician al país no van a contar con nuestro apoyo, es así de simple.

Él nos dijo que no podemos seguir llegando a acuerdos que no benefician a los ciudadanos, y le voy a cobrar la palabra porque no lo voy a olvidar.

—Dijo algo importante: que no debe retroceder en su programa. Si uno ve la elección anterior, Kast tuvo que quitar varias cosas de su programa para aliarse con Chile Vamos. ¿Crees que sería un error volver a reformular el programa para contentar a ciertos sectores más liberales de la derecha?

—Yo creo que el abandono de la batalla cultural en el programa de Kast, ya logró el efecto de dejar más cómodos a los sectores que tú te refieres. No creo que sea necesario entrar en transacción.

—¿Cree que la segunda vuelta está amarrada?

—Después de la sorpresa de Parisi, no le creo nada a nadie respecto a las encuestas. Ojo con creer que José Antonio está electo, porque yo creo que ese es el peor de los errores.

—¿Cómo te imaginas a los nacional libertarios en el eventual gobierno de Kast? ¿Deberían posicionarse siendo oficialismo?

—Es Johannes el que tiene que responder a esa pregunta. Yo ahí ya no puedo entrar porque él es el líder del partido. Además, faltan las conversaciones con José Antonio, en suma, hay muchas variables en juego.

—Pero tienen hartas cosas comunes.

—A mí me interesa que avancemos la agenda del PNL sobre todo en la defensa de la soberanía de Chile. Nosotros no somos globalistas, somos soberanistas y por lo tanto hay que revisar toda la legislación que destruye nuestra soberanía. José Antonio contará con respaldo en el avance de aquellas propuestas que nos permitan recuperar nuestro país, la paz, el progreso y la recuperación de las tasas de natalidad apoyando a la familia.

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