Este domingo, José Antonio Kast obtuvo una contundente votación y se convertirá en el nuevo presidente de Chile el próximo 11 de marzo 2026.
El líder del Partido Republicano venció a la representante del oficialismo por casi 20 puntos de diferencia y en todas las regiones del país, obteniendo más de siete millones de votos de acuerdo a los datos del Servicio Electoral (Servel).
Uno de los principales focos de atención en la segunda vuelta estaba puesto en cómo se iba a dirigir el electorado de Franco Parisi (PDG), que en primera vuelta alcanzó el 19,71%.
Pese a que en la consulta online acordaron votar nulo/blanco, se anticipaba que dichos electores serían clave en esta elección, considerando que al sumar todos los votos de derecha (Kast, Kaiser y Matthei), el sector alcanzó el 50,32% en primera vuelta, mientras que la izquierda, si se considera a Jara, ME-O, Mayne-Nicholls y Artés, llegó al 30%.
Teniendo en cuenta que Kast obtuvo 58,17% y Jara 41,83%, ambos candidatos subieron cerca de 10 puntos cada uno, lo cual se podría interpretar que el votante de Parisi se dividió equilibradamente.
Cómo crecieron los votos nulos y blanco en la segunda vuelta presidencial
En la primera vuelta, donde Franco Parisi quedó en el tercer lugar, se registraron un total de 503.009 votos blancos y nulos, lo que se traduce a un 3,74% del total de votos.
No obstante, el escenario en la segunda vuelta cambió, ya que con el 99,65% de las mesas escrutadas el Servel contabilizó 947.687 de sufragios nulos o blancos, lo que equivale a un 7,06% del total de votos emitidos.
Lo anterior, quiere decir que los votos nulos y blancos casi se duplicaron respecto a la elección anterior y alcanzó el mayor porcentaje en unos comicios presidenciales desde el retorno de la democracia, aunque hay que tener en cuenta que esta vez fue con voto obligatorio.