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La regulación de redes sociales para menores de edad acaba de anotarse un hito que podría llegar a ser especialmente significativo. La semana pasada Australia aprobó la prohibición de dichas plataformas para menores de 16 años, una medida inédita que busca proteger la salud mental de los más jóvenes, pero que también ha abierto debate sobre sus posibles riesgos.

Facebook, Instagram, Threads, TikTok, YouTube, Snapchat, X y otras deberán desde ahora adoptar medidas para identificar y desactivar cuentas de usuarios que se encuentren bajo los 16. Se trata de una iniciativa que podría ser replicada en países como Estados Unidos, España, Francia o Dinamarca, en una agenda global de la cual Chile no es ajeno.

En nuestro país la problemática está perfectamente identificada. De acuerdo al estudio Monitor de Educación de Ipsos 2025 —una investigación publicada a inicios de septiembre que encuestó a más de 23 mil adultos en 30 países, incluyendo el nuestro—, el 75% de los chilenos respaldó prohibir las redes sociales a menores de 14 años. ¿El motivo? Sus efectos sobre la salud mental.

Australia: los pioneros

La medida en Australia es considerada como pionera al ser el primer país en el mundo que entrega la responsabilidad de forma directa a las plataformas digitales respecto a impedir el acceso a cuentas a menores de 16 años, en vez de hacerla recaer en los usuarios.

De acuerdo a la Asociación Estadounidense de Psicología, entre los 10 y los 12 años los niños atraviesan un desarrollo cerebral que los insta a “buscar recompensas sociales”, periodo en donde reciben sus primeros smartphones. “Parte de lo que hace que las interacciones en línea sean tan diferentes de las interacciones en persona es su naturaleza permanente y, a menudo, pública“, indica la organización, lo que podría generar estrés y problemas de salud mental.

Esto es para mejorar la protección de los menores, no para castigarlos o aislarlos“, establece la Comisión de Seguridad Electrónica de Australia sobre posibles sanciones a jóvenes de 16 años o menos que sigan accediendo a una cuenta de redes sociales. Las multas, en cambio, recaen en las plataformas, arriesgando montos de hasta 49,5 millones de dólares australianos (unos 30 mil millones de pesos).

El reconocido psicólogo social estadounidense, Jon Haidt, y su compatriota Ravi Iyer, científico de datos y psicólogo moralista, celebraron en un artículo escrito en conjunto la medida, la cual calificaron como “un regalo” para los padres y adolescentes en Australia, donde sus beneficios “pronto se extenderán a nivel mundial”.

“Establecer una edad mínima estándar, como hacemos con la conducción, el consumo de tabaco y las apuestas, cambia la dinámica, elimina la presión social sobre los niños y atribuye la responsabilidad de hacer cumplir la ley a quien corresponde: a las empresas que se benefician vendiendo la atención de los niños“, indican los expertos en su publicación.

Una de las mayores críticas que ha enfrentado la restricción es, por ejemplo, la imposibilidad de usar YouTube por profesores en un ámbito pedagógico. No obstante, Haidt e Iyer son contrarios a esa idea: “Según la nueva ley, los estudiantes pueden seguir viendo esos videos sin necesidad de tener una cuenta, ya sea en la escuela o en casa“.

La medida, recalcan los especialistas, no es un bloqueo al contenido a menores de 16, sino un retraso a tener cuentas propias. “Los adolescentes seguirán teniendo muchas formas (incluso a través de dispositivos digitales) de comunicarse entre ellos, pero sin innovaciones como la gamificación de los mensajes o un flujo interminable de contenido seleccionado algorítmicamente“, puntualizan.

La legislación existente en Chile y su futuro

En nuestro país el único cuerpo legal que se hace cargo de este tema es la Ley 21.430, que busca proteger los derechos de los niños en entornos digitales. A ello se suman dos leyes que entrarán en vigor en 2026. Desde marzo se prohibirá el uso de teléfonos celulares en colegios y en diciembre comenzará a regir la protección de datos enfocada en menores. Se trata de avances, pero no apuntan al meollo del asunto, que es el uso efectivo de redes sociales en niños y adolescentes.

Eso intentó cambiar el diputado Rubén Oyarzo (Partido Radical), cuando en enero pasado ingresó un proyecto de ley en la Cámara de Diputados para prohibir el acceso a redes sociales a personas menores de 14 años de edad. Según Oyarzo relata a EL DÍNAMO, la iniciativa nació cuando “se dio a conocer el proyecto de ley en Australia” que finalmente entró en vigencia.

“Lo más importante para mí del proyecto de ley es que los responsables de las plataformas de redes sociales deben adoptar protocolos de fiscalización para que esto se cumpla. Hoy tenemos el acceso de huellas, el acceso biométrico, tenemos medidas para poder controlar que niños de 14 años no ingresen a las redes sociales”, detalló.

Ximena Ossandón (RN), Hernán Palma (ind. PH), Karen Medina (ind. Demócratas) y Sara Concha (PSC) firmaron la propuesta, lo que da cuenta de su carácter “transversal” y “aprobado por izquierda y por derecha“. Pese a ello, el avance es nulo. El proyecto, que está en manos de la Comisión de Educación, no ha sido presentado en tabla, algo que Oyarzo califica como “insólito“.

Chile es el país con más pantallas a nivel latinoamericano, y con mejor conectividad, entonces hoy el acceso a Internet lo tiene prácticamente todo el mundo a través del celular. Los niños no quedan ajenos a esto y es un problema”, reclama el diputado.

“Hay que discutir este proyecto de ley, hay que seguir la sintonía del mundo, tenemos el ejemplo de Australia. Estamos quedándonos atrás y tenemos que hacerlo por el futuro de nuestro país, que son los niños”, finaliza, con el proyecto en el aire sin un horizonte próximo para implementarse en el país.