El gigante chino del comercio electrónico Shein vuelve a estar en el centro de la controversia, esta vez por la venta de muñecas sexuales con apariencia infantil en su plataforma. La denuncia, presentada por la Dirección General de Competencia, Consumo y Lucha contra el Fraude (DGCCRF) de Francia, ha llevado a una investigación judicial y a una nueva ola de críticas sobre los controles y prácticas de la empresa.
“Su descripción y categorización en el sitio web dificultan dudar de la naturaleza pornográfica infantil del contenido“, señaló la DGCCRF en un comunicado. Las autoridades informaron que las muñecas —algunas de 80 centímetros de altura y con rasgos infantiles— ya fueron retiradas de Shein, y que el caso está en manos de la fiscalía de París.
En su sitio web, el diario Le Parisien publicó la foto de uno de estos muñecos que representa a una niña con el cuerpo y los rasgos de un oso de peluche. Venía acompañada de una descripción con un texto con contenido explícitamente sexual.
En respuesta, Shein aseguró que los artículos “fueron retirados inmediatamente de la plataforma en cuanto tuvimos conocimiento de estos problemas“, y afirmó mantener una “política de tolerancia cero” frente a este tipo de contenidos publicados por usuarios. La empresa anunció una investigación interna para determinar cómo estos anuncios eludieron sus mecanismos de control y prometió revisar su catálogo para eliminar productos similares.
El ministro de Economía francés, Roland Lescure, advirtió que “si estos comportamientos se repiten, tendremos derecho a solicitar que se prohíba el acceso de la plataforma Shein al mercado francés. Así lo establece la ley”. El funcionario recordó que estas medidas se aplican en casos de terrorismo, narcotráfico o delitos de carácter pedófilo.
El episodio se suma a una larga lista de cuestionamientos en Europa por parte de las autoridades hacia Shein, incluyendo sanciones por publicidad engañosa, competencia desleal y el uso ilegal de cookies. La polémica llega justo antes de la apertura de la primera tienda física permanente de la marca en París, en los grandes almacenes BHV Marais, un paso clave en su estrategia de expansión europea.