El rector de la Universidad Diego Portales sostiene que ambos bloques están unidos "inexplicablemente en la niebla del relativo olvido. Ni quienes medraron a su sombra, o sufrieron por ella, parecen ya tener tiempo de ocuparse de él. Ni la derecha ni la izquierda recuerdan de veras a ese cadáver”.
Ni de un lado ni del otro, la gente común ha visto la solución. Desde los indignados en España, el Brexit, la derecha francesa y ahora la ¿sorpresiva? lección de Trump, son indicadores del nacimiento de una nueva política a la que aún no le han escrito la partitura.
El triunfo de la derecha no se debe, necesariamente, a un cambio de ideología ni a un descontento de los electores o repudio de los votantes de centro izquierda. Obedece a un trabajo consciente, sistemático y dirigido de las facciones disidentes de la coalición de gobierno que, volviendo a sus orígenes fundamentales, retomaron la función instrumental de su organización y lograron controlar ese porcentaje de votos que decide una elección. Fue con votos prestados o arrendados. La derecha debe entender que de no poner énfasis en su trabajo de bases, abrirse a nuevos elementos e ideas y cambiar su estrategia electoral, más allá de los eventuales sicarios electorales, no podrá superar el histórico 30% de votos en que está atrapada hace más de un siglo.
El periodista y escritor peruano hizo un crudo análisis del escenario político de Sudamérica. Con la salida de Dilhma Rousseff, la caída del Kirchnerismo y la escasa aprobación al gobierno de Bachelet, a ojos de Bayly se "derriba el mito de que la izquierda tiene buen corazón, que no tiene apetencias económicas (...) La izquierda cuando llega al poder, por lo visto, roba mucho más que la derecha".
Tal vez el triunfo del autonomista Jorge Sharp en Valparaíso es la prueba más clara de que la verdadera manera de querer hacer algo al respecto es organizando un proyecto político y creyendo que la única forma de solucionar los problemas de la democracia es precisamente ejerciéndola.
Todos los sectores conservadores se han unido para acusar de que lo que se está relativizando es el derecho a la vida, cuando en realidad lo que están relativizando de forma descarada es la interpretación de convenciones de Derechos Humanos.
Muchos pueden aducir qué libertad tiene el pobre. Y yo respondería si el Estado devolviera toda la cantidad de ingresos que le quita a través de impuestos, ya no serían pobres. Si el Estado no impusiera salario mínimo tendrían mayores posibilidades de empleo y si se entregara propiedad se reduciría en forma importante la pobreza.
El pensador de derecha escribió una columna sobre el 'triángulo de hierro' descrito por Milton Freedman, formado por políticos, burócratas y grupos de interés. Según Kaiser, los estudiantes forman parte de este triángulo por "haber logrado que todos nosotros le financiemos a una buena parte de ellos un bien de inversión".
"Tenemos un Gobierno improvisando permanentemente y una Presidenta que más que estar encima de los temas, porque ya ni siquiera pedimos que vaya a Chiloé, no lo hace y resuelve con su Gobierno y con su comitiva partir a Europa", indicó Cristian Monckeberg.
Se trata de una moción que busca "fortalecer las investigaciones de delitos terroristas", la cual establece penas de cárcel para quienes divulguen antecedentes de carácter resrvado y multas para los directores de medios de prensa que las reproduzcan.