El creciente conflicto entre el PC de Venezuela con Nicolás Maduro
Los comunistas venezolanos dejaron la coalición que respalda al presidente, llegando a acusar hostigamiento de parte del chavismo en la previa de las elecciones parlamentarias.
Por Sebastián Dote
La declaración del Partido Comunista de Chile (PC) respecto al informe de la ONU sobre las violaciones a los derechos humanos cometidas por el régimen de Nicolás Maduro abrió diversos análisis sobre el vínculo del comunismo con el chavismo, el que en Venezuela está en conflicto.
El Partido Comunista de Venezuela (PCV), uno de los más antiguos del país sudamericano y que respaldó la revolución bolivariana iniciada por el fallecido ex presidente Hugo Chávez, actualmente está separado del oficialismo.
Diferencias ideológicas y un profundo desacuerdo a nivel electoral llevaron a que la colectividad dejara el Gran Polo Patriótico Simón Bolívar, la coalición que sostiene al actual mandatario, y que es dominada mayormente por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Las elecciones parlamentarias del próximo 6 de diciembre tiene a ambos sectores por caminos separados y en medio de diversas acusaciones de hostigamiento, con pocas oportunidades de lograr un acercamiento más allá de temas puntuales.
La lista separada
La primera muestra de distanciamiento entre Maduro y el PC venezolano ocurrió en julio de 2019, cuando el secretario general del partido, Oscar Figuera, apuntó al “incumplimiento” de un pacto firmado el 26 de febrero de 2018, previo a los comicios presidenciales en donde el sucesor de Chávez logró su reelección.
“El Comité Central del PCV ha considerado oportuno recordarle al Presidente Nicolás Maduro que el documento que sirvió de base para el apoyo de nuestro partido a su candidatura ha sido incumplido(…) no vamos a entrar en mayores detalles sobre esto, pero es un mensaje que queremos dejar asentado”, señaló el dirigente según lo publicado por El Universal.
Figuera acusó al gobierno de tomar un camino de “reformismo liberal” y dejar de lado la retórica socialista que venía impulsando en los últimos años.
La separación oficial se concretó en agosto de este año, cuando los comunistas, junto con otros grupos de izquierda, anunciaron que irían a las elecciones en una lista separada, llamada Alternativa Popular Revolucionaria (APR), la que competirá frente al Gran Polo Patriótico y el PSUV.
Pese a este quiebre, algunos de los lazos entre la colectividad y el gobierno siguen vigentes, ya que el PCV -al igual que su símil chileno- emitió una declaración en donde calificó el informe de la ONU sobre derechos humanos como “tendencioso”, acusando posibles intervenciones extranjeras para interrumpir el proceso socialista que respaldan más allá de quien conduzca el gobierno.
“Siempre hemos denunciado públicamente cualquier tipo de violaciones a los derechos fundamentales de los trabajadores (…) sobre estas denuncias continuamos exigiendo de la fiscalía la debida investigación y castigo a los responsables de los excesos cometidos contra las familias trabajadoras”, aseguró el partido.
El hostigamiento
Maduro junto con el secretario general del PC de Venezuela, Óscar Figuera, en las elecciones de 2018. (Foto: PCV)
Carlos Millán, el nuevo representante de Juan Guaidó en Chile, criticó al PC chileno asegurando que los comunistas venezolanos “han sido perseguidos e intervenidos cuando no están de acuerdo con la política de la dictadura. Si el PC de Venezuela, que ha sido perseguido muchas veces, ni siquiera cuenta con el apoyo de su homólogo en Chile, qué te puedo decir”.
A través de Tribuna Popular, su medio de comunicación oficial, el PCV ha denunciado algunas acciones cometidas por autoridades del gobierno, principalmente ligadas al proceso electoral.
En una publicación del 21 de septiembre, el partido acusó una “escalada de acciones de amedrentamiento” a sus candidatos para integrar la Asamblea Nacional de Venezuela.
Según los comunistas, en este período de campaña “se han registrado actos de censura, hostigamiento y persecución política, agresiones físicas, amedrentamiento judicial, despidos laborales e intentos de linchamientos morales” a los postulantes de su lista.
El PCV se centró en el caso de Rafael Uzcátegui, político que aún se define como chavista, quien acusó a la alcaldesa de Caracas y militante del PSUV, Erika Farías, de “destruirlo moralmente” al involucrarlo en un operativo relacionado con prostitución y drogas.
“Hacemos un llamado a todos los actores políticos que participarán en la próxima contienda electoral del 6 de diciembre, a realizar una campaña de altura; cumplir las normas del juego democrático; respetar la dignidad y el derecho de expresar sus diferencias de todos los candidatos y actores políticos”, señalaron.
La declaración también reveló detenciones, allanamientos, despidos arbitrarios y otras acciones, en donde vinculan a personalidades del gobierno.
