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Caída de árboles por fuertes vientos: cuatro tips para detectar los que están en peligro de colapsar

“Existen muchas situaciones en que el sentido común hace ver que el árbol está en malas condiciones”, apunta la ingeniero agrónomo Alejandra Vargas.

El regreso de las lluvias por el sistema frontal en la Región Metropolitana estuvo marcado por la caída de árboles y numerosas ramas, que generaron diversos problemas en comunas como Ñuñoa, Santiago y Providencia, con cortes de tránsito y desperfectos en algunos semáforos.

Especial alerta causó el desplome de un árbol de gran envergadura en la avenida Irarrázaval, el que cayó sobre un automóvil y obligó a suspender la circulación de vehículos por dicha arteria, a al altura de Marchan Pereira.

Pero, ¿qué explica la caída de varios árboles en una jornada que, si bien está marcada por las lluvias, no ha mostrado fuertes vientos, como en otras ocasiones?

Para indagar las posibles causas EL DÍNAMO conversó con la ingeniero agrónomo y profesora de la Facultad de Agronomía y sistemas naturales de la Universidad Católica, Alejandra Vargas.

La especialista en árboles urbanos plantea de entrada que “los árboles sanos, los que están bien establecidos no se caen con un viento. Los árboles que se caen, generalmente están en malas condiciones y podrían colapsar solos”.

“Como en Santiago no hay tanto viento, aguantan, pero cuando viene un viento como el de hoy, de 25k/h, que no es un gran temporal, ya es suficiente para que caiga un árbol que está en malas condiciones”, complementa.

En esa línea, asevera que “el que cayó en Irarrázaval tenía un alcorque -que es la taza que tienen abajo para el crecimiento de las raíces- muy reducido. No tenía ninguna posibilidad de que entrara agua u oxígeno para las raíces, así que estas no se desarrollan bien y el árbol tiene mal anclaje. Entonces, crece y crece, no está bien anclado al suelo, viene una ráfaga de viento y lo bota“.

Cómo detectar cuando hay peligro de caída de un árbol

La especialista manifiesta que hay varios indicios que evidencian el peligro de la caída de un árbol en cualquier momento y que, si bien el análisis debería hacerlo un experto, “existen muchas situaciones en que el sentido común hace ver que el árbol está en malas condiciones, e invito a la gente a que analice los árboles que tiene afuera de su casa y fijarse si la madera está con daño”.

Al respecto, menciona algunos tips:

  • El equilibrio: los árboles crecen equilibrándose, pero en la ciudad se les hacen podas que algunas veces dejan los árboles desequilibrados, con la copa cargada hacia un lado y, por lo tanto, pierde estabilidad.
  • Los ahuecamientos en el tronco: hay que fijarse en la cantidad, el tamaño y la ubicación de los hoyos que se hacen en la madera. Si hay un árbol grande y existe un ahuecamiento en la parte basal, es mucho más grave que si estuviera más arriba. La parte basal es la que recibe todo el peso del árbol, así que ante un viento se podría quebrar.
  • Las pudriciones de la madera: por el mismo problema anterior de pérdida de resistencia del árbol.
  • Las ramas secas: Hay árboles a los que se les han secado las ramas por sequía o riego deficiente, y la madera seca se empieza a descomponer y se cae con facilidad. Si hay una rama seca, hay que cortarla a tiempo.

A la vez, Alejandra Vargas apunta que hay dos temas que le parecen muy relevantes al respecto. El primero es que “cuando se hacen arreglos en las calles no se protegen las raíces de los árboles y se las cortan como si eso no fuera a tener ningún impacto. Tapan con cemento y después se sorprenden cuando el árbol se cae. La posa no solo le quita el anclaje, sino que también crea las condiciones para que le entren pudriciones a través de la raíz al cuello del árbol, con lo que pierde firmeza y se cae. Es decir, al hacer trabajos en la calle, hay que preocuparse de la estabilidad y la salud del árbol“, alerta.

El segundo se refiere a que “hay que darle las condiciones adecuadas al árbol para que crezca. No pueden tener esos alcorques tan pequeños. Si no entra agua ni oxígeno, las raíces no se desarrollan. Hay que darle espacio a los árboles para que puedan crecer bien“, concluye.

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