Las barras bravas nuevamente complican el retorno del fútbol
Las declaraciones de la Garra Blanca y de "Los Acereros" de Huachipato nuevamente sembraron las dudas sobre la fecha 26. Mauricio Pinilla aseguró que no están las condiciones para jugar.
Por Sebastián Dote
La reactivación del fútbol chileno luego del estallido social aún sigue en dudas. Esto luego de la reunión extraordinaria del Consejo de Presidentes de la ANFP en la que se planteó una nueva programación, la que correría peligro con las recientes advertencias de las barras bravas del fútbol nacional.
Todo comenzó el martes con una declaración de “Los Acereros” de Huachipato, quienes aseguraron que harían lo posible para que el duelo ante Universidad de Chile -programado para el domingo a las 11:30 en el estadio CAP- no se dispute. Incluso afirmaron que harían uso de “la legítima la violencia como forma de autodefensa”.
Luego llegó la declaración de la Garra Blanca, que rechazó el encuentro que Colo Colo tendrá ante Coquimbo Unido, el que en principio se jugaría este sábado a las 11:30 en el Estadio Monumental. “No fuimos, ni nunca seremos sus títeres. Si bien vivimos por estos colores, tenemos un compromiso esencial con lo que somos dentro de esta sociedad”, expresaron.
Esta advertencia alertó al jugador de Coquimbo Mauricio Pinilla, quien aseguró que debido a la reacción de las barras no están las condiciones de volver al fútbol de forma regular.
“Podemos tener las mejores intenciones y empatizar con todas las personas que no pueden trabajar por la suspensión de partidos, pero hoy no están las condiciones para reanudar el campeonato”, dijo el delantero, quien agregó que “la televisión trata de esconder que el país entero sigue la lucha”, aseguró el delantero.
Los grupos de fanáticos de los equipos de fútbol han tenido una dinámica similar de reacción en el último mes. En varias declaraciones han apuntado al campeonato como una “distracción” para la ciudadanía, la que según ellos taparía las demandas y las denuncias por violaciones a los derechos humanos.
Además, muchos hinchas de equipos tienen agendas propias, apuntando al modelo de negocio del balompié nacional.
Un caso puntual es lo ocurrido en Everton, donde la sociedad anónima que administra al equipo tiene una complicada relación con los barristas, quienes acusan una presunta persecución en su contra.
El secretario del Sifup, Luis Marín. (Foto: Agencia Uno)
Desde la mirada de los jugadores -que han empatizado con la causa desde distintas formas, incluyendo la suspensión del amistoso de Chile con Perú- han intentado hacer compatible el fútbol con la efervescencia social que se vive hace más de 30 días.
Una de dichas iniciativas es la propuesta por el capitán de Colo Colo Esteban Paredes, quien pide la autorización de “lienzos sociales” y que los jugadores porten brazaletes de luto en señal de respeto hacia las víctimas.
El Sindicato de Futbolistas Profesionales (Sifup) ha abogado por la protección física de los jugadores, aunque por otro lado han pedido el regreso de la actividad especialmente por los temas contractuales y laborales.
Otro aspecto que no se quiere repetir con la suspensión definitiva es lo ocurrido en el Fútbol Joven, donde Santiago Wanderers alega injusticia deportiva por el cierre prematuro que dejó a Huachipato como campeón con dos partidos pendientes.
Los propios futbolistas han mantenido reuniones con los hinchas para llegar a un acuerdo sobre el desarrollo de los encuentros, ya que algunos clubes ya tienen planificados sus viajes de este fin de semana para visitar a sus rivales.
