
Durante un día de partido normal, los jugadores de un plantel profesional estarían descansando y preparándose mentalmente en las horas previas de un debut en una competición internacional. Sin embargo, no fue así para algunos futbolistas de la Juventus, ad portas de su primer partido en el Mundial de Clubes ante el Al Ain, sino que tuvieron que realizar una visita a Donald Trump.
Con la presencia del presidente de la FIFA, Gianni Infantino, la delegación bianconeri se trasladó al Salón Oval de la Casa Blanca, siendo liderada por el dueño del club, John Elkann, su entrenador, Igor Tudor, y seis jugadores del plantel: Weston McKennie y Timothy Weah, ambos estadounidenses, junto a Dusan Vlahovic, Manuel Locatelli, Teun Koopmeiners y Federico Gatti.
Con una duración aproximada de 16 minutos, el grupo se mantuvo de pie detrás del mandatario mientras era consultado por periodistas por algún posible ataque a Irán, si la Guerra Civil estadounidense podría haberse evitado y las prohibiciones de viajar de su administración. El mandatario también les preguntó si una mujer podría entrar en su equipo.
Fueron 16 minutos de incomodidad absoluta. “Todo fue una sorpresa para mí, sinceramente. Nos dijeron que teníamos que ir y no tuve más remedio que ir. Me pilló por sorpresa, fue un poco raro. Cuando empezó a hablar de la política con Irán y todo eso, me dije: Yo sólo quiero jugar al fútbol, hombre“, dijo Weah luego del triunfo de la Juventus 5-0 en su debut.
Ni Juventus, FIFA, o la Casa Blanca entregaron una explicación oficial sobre cómo y por qué se llevó a cabo el evento. El club italiano se encontraba en Washington D.C. para su partido por el Mundial de Clubes, donde fuentes revelaron al New York Times que la invitación habría nacido inicialmente desde la Casa Blanca. También han existido reuniones recientes entre los propietarios de la Juventus y Trump.
“A mis ojos, se le puede llamar racista”
En el Salón Oval, Trump tomó la iniciativa sobre la presencia de los dos jugadores estadounidenses en el equipo italiano.
“Tenemos dos grandes jugadores estadounidenses. ¿Dónde están mis jugadores estadounidenses?”, dijo, girando la cabeza buscando a McKennie y Weah. “Fantástico y buena suerte. Espero que sean los dos mejores jugadores en el campo“, agregó mientras les daba un apretón de manos.
McKennie ha sido crítico de la administración de Trump. En junio de 2020, en medio de las movilizaciones por el Black Lives Matter (las Vidas Negras Importan), tuvo duras palabras con el mandatario en diálogo con el diario alemán Bild: “No creo que Trump sea el adecuado para el puesto de presidente. Me atengo a estas palabras. Creo que no entiende la responsabilidad que tiene con todo el país y que es un ignorante. No le apoyo ni un poco”.
“A mis ojos, se le puede llamar racista“, agregó el mediocampista.
Por su parte, el padre de Timothy Weah, George, ganador del Balón de Oro en 1995, se refirió al mandatario cuando fue presidente de Liberia entre 2018 y 2024. Ante el regreso de Trump a la presidencia, el padre del jugador de la Juventus aseguró que “su extraordinario regreso como líder del Mundo Libre demuestra el poder de la resistencia y el trabajo duro, así como la aceptación por el pueblo estadounidense de su programa para su país“.
No obstante, Liberia estaría incluida en la lista de 36 países más, barajada por Trump, que podrían tener prohibido su ingreso a Estados Unidos.
“Supongo que fue una experiencia genial, obviamente, estar en la Casa Blanca por primera vez, siempre es maravilloso, pero no soy de los que les gusta la política, así que no fue tan emocionante“, indicó Timothy Weah tras su partido, entre un tono de resignación e ironía.