
La eliminación de River Plate y Boca Juniors en la fase de grupos del Mundial de Clubes se ha calificado como un gran fracaso en Argentina, y en este contexto, el presidente Javier Milei aprovechó de impulsar nuevamente el modelo de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) en el fútbol.
A través de su cuenta de Instagram, el mandatario trasandino compartió una publicación en la que realiza una dura crítica a la administración de Claudio Chiqui Tapia en la Asociación de Fútbol Argentino (AFA).
“Ni River ni Boca. Sin argentinos en el Mundial de Clubes. Brasil fue con 4 equipos, los 4 pasaron. ¿Hasta cuándo hay que señalar el fracaso del modelo Chiqui Tapia?“, partía diciendo el posteo compartido junto a Cristian Dzwonik, humorista gráfico argentino detrás de Gaturro.
Javier Milei insistió nuevamente con el modelo de las Sociedades Anónimas en el fútbol
Tras ello, cuestionó que “un campeonato endeble, de 30 equipos, sin competitividad, sin SAD (Sociedades Anónimas Deportivas), sin incentivos. No está a la altura del tremendo público argentino que llena todos los estadios del mundo”.
A lo que agregó: “Insisto, Chiqui Tapia y su minúsculo círculo le hacen mal al fútbol argentino”.

Por otro lado, por medio de su cuenta de X, Javier Milei compartió diversas publicaciones que apoyaban esta iniciativa. Una de ellas aseguraba que “si no habilitamos las SAD, le damos derechos de transmisión a los clubes, y volvemos a tener un torneo local que fomente la competencia, Argentina va a quedar muy lejos del mundo“.

Otra imagen que replicó hacía alusión a “cómo doman las SAD”, en la que aparecían los cuatro equipos brasileños que avanzaron de ronda. Sin embargo, esto es erróneo, ya que el único que funciona con este modelo es Botafogo, mientras que Fluminense, Palmeiras y Flamengo son asociaciones civiles sin fines de lucro.

De esta forma, Milei vuelve a insistir en el modelo de SAD en el fútbol argentino, luego de que en 2024 su gobierno publicara un reglamento para el ingreso de Sociedades Anónimas, lo que la AFA rechazó calificándolo de una “intromisión y una injerencia arbitraria por parte del Estado”.
De hecho, la justicia intervino y frenó la ejecución del decreto, por lo que los clubes continúan siendo de los socios.