
La industria manufacturera de China volvió a mostrar signos de decaimiento estructural. Según el Índice Gerente de Compras (PMI), publicado por Caixin -medio de comunicación chino especializado en economía- y elaborado por S&P Global, el sector se contrajo en mayo por primera vez en ocho meses, cayendo a 48,3 puntos desde los 50,4 en abril por las crecientes presiones internacionales, sobre todo de Estados Unidos.
Se trata del nivel más bajo desde septiembre de 2022 y es una expresión del debilitamiento del sector productivo más estratégico de la economía del gigante asiático. A pesar de que la Oficina Nacional de Estadística (ONE) de China indicó una leve mejora (de 49 a 49,5 puntos), las cifras independientes de Caixin demuestran una contracción mucho más severa, aumentando las dudas sobre la veracidad de las cifras difundidas por el Partido Comunista Chino.
“El subíndice de nuevos pedidos para exportación cayó a su nivel más bajo desde julio de 2023“, explicó Wang Zhe, economista de Caixin, según consignó Infobae. Es una consecuencia directa de la disminución de la demanda internacional, impulsada por la desconfianza de los mercados globales hacia productos chinos debido a las medidas comerciales adoptadas por Estados Unidos.
Para sostener su competitividad, fabricantes chinos redujeron sus precios durante seis meses consecutivos, una práctica agresiva impulsada por el aparato estatal que no logró detener la caída. Incluso, el retroceso del PMI demuestra la dependencia estructural que tiene el régimen chino de las exportaciones, mientras que paralelamente su acceso a los mercados occidentales se va limitando.
Si bien el informe apunta a un “optimismo” por la tregua de 90 días de China con Estados Unidos, las supuestas mejoras se basan solamente en conjeturas. El poder económico de Beijing podría perder terreno.
“La presión a la baja sobre la economía ha aumentado de forma significativa con respecto a períodos anteriores“, concluye el economista de Caixin, reconociendo que los principales indicadores macroeconómicos de China, incluyendo la industria manufacturera, se han deteriorado desde el inicio del segundo trimestre.