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“Rayan en la discriminación racial”: empresarios chinos alzan la voz tras ofensiva fiscalizadora

Los empresarios chinos señalaron que pese al contexto, “Chile sigue siendo un país acogedor, con oportunidades, con ventajas que lo distinguen de otros países de Latinoamérica”.

Desde marzo, empresarios chinos han experimentado una ofensiva fiscalizadora por parte de distintos servicios, lo que ha significado atención mediática en torno al cierre de locales, las condiciones laborales de sus trabajadores y la certificación de productos, entre otros temas.

Todos ellos salieron a defenderse. Ayer, en un inserto publicado en medios de circulación nacional, expresaron su postura ante lo que consideran un juicio injusto en redes sociales y a nivel masivo, tras conocerse los hechos antes mencionados.

“Recientemente, medios chilenos han informado acerca de la clausura y cierre de Malls Chinos y de locales administrados por ciudadanos de esa nacionalidad. A partir de esas informaciones, en redes sociales se han emitido opiniones y juicios acerca de las causas que explicarían las clausuras y cierres, llegando incluso a la emisión de comentarios que rayan en la discriminación racial, generando tristeza y frustración en la comunidad china residente“, indica el inserto firmado por Luis Xu, en representación de la Cámara de Cultura y Comercio de China.

Las condiciones de inseguridad, los arriendos inflados y los engaños de supuestos asesores en materia laboral o de permisos, aseguran, en muchos casos los tienen “al borde de la quiebra”.

“A pesar de todo, la comunidad china en Chile es optimista. Su cultura les ha enseñado que la única forma de salir adelante es trabajando, con esfuerzo y de manera colaborativa”, comentaron.

Ayudando a la menor inflación

La extensa carta de los empresarios orientales aborda algunos puntos que, a su juicio, son clave para entender su aporte al país y su compromiso con Chile.

En primer lugar, aseguran que en el país residen cerca de 50 mil ciudadanos chinos de manera legal, y que los negocios del rubro han generado del orden de 200.000 empleos.

Un punto que destacaron es el bajo costo de sus productos, particularmente en periodos complejos como el de la pandemia. Señalan que, por medio de emprendimientos de carácter familiar que traen productos directamente desde las fábricas sin intermediarios, han podido proveer bienes a los consumidores chilenos a bajo costo.

“A través de esa modalidad, el consumo se democratiza y los consumidores finales pueden acceder a bienes de distintas calidades a menores precios, lo que trae aparejado un efecto en la inflación, contribuyendo a la reducción del costo de la vida, especialmente en períodos de alta inflación. Esto último fue precisamente lo que ocurrió durante la pandemia por COVID-19 (…). Esa contribución directa a la población chilena pasó inadvertida; no obstante, fue un ‘cortafuegos’ para evitar que personas de menores ingresos vieran aún más afectada su economía familiar”, señalaron.

Los engaños a los comerciantes chinos

Un punto en el que profundizaron fue la exposición que enfrentan los empresarios chinos frente a supuestos engaños por parte de profesionales que se acercan con la intención de ayudarlos, cobrando importantes sumas de dinero, pero que luego solo entrampan la tramitación legal de sus permisos en Chile.

Para ilustrarlo, citaron varios casos, entre ellos el de un empresario chino en Lo Barnechea, donde se solicitaron los servicios de un experto en permisos. Se suman casos en Ñuñoa y Buin, donde timadores se habrían aprovechado de la falta de comprensión de la regulación local por parte de los foráneos.

“El profesional aceptó el encargo solicitando cinco millones de pesos por su gestión. Durante dos años, la respuesta fue siempre la misma: La próxima semana…. El resultado: hace nueve meses, la autoridad ordenó el cierre del comercio, mientras los documentos para su funcionamiento pasaron a ser una mera fantasía”, relataron.

Arriendos irrisorios e inseguridad

Los operadores de los malls chinos aseguran que también se han visto expuestos a arriendos con costos tan elevados que los “aplasta paulatinamente”, lo que atribuyen, simplemente, al aprovechamiento.

“No son pocas las empresas y dueños de inmuebles que han visto en los empresarios chinos una oportunidad para cobrar arriendos a sumas que ningún chileno pagaría“, añadieron.

También señalan que el rubro se ha visto enfrentado a una mayor inseguridad, siendo objeto de robos y afectados por otras mafias, como las que se dedican a ofrecer supuestos servicios laborales.

“Tras uno o dos meses, demandan a sus empleadores por sumas millonarias, por supuestos malos tratos, remuneraciones y otros beneficios impagos, valiéndose de las ventajas que ofrece la ley laboral al trabajador respecto al empleador, especialmente cuando este no habla el idioma, no conoce la ley y actúa en base a la palabra empeñada, palabra que en Chile parece respetarse cada vez menos”, manifestaron.

Los empresarios chinos señalaron que pese a ello “Chile sigue siendo un país acogedor, con oportunidades, con ventajas que lo distinguen de otros países de Latinoamérica. Su democracia es sólida, con instituciones serias, con una economía estable que avanza a paso seguro”, concluyeron.

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