Secciones
Entretención

Daniela Aránguiz visitó a Jorge Valdivia en la cárcel en la víspera de Navidad

Jorge Valdivia, quien tiene dos hijos con Daniela Aránguiz, está en prisión preventiva en la cárcel de Rancagua desde el pasado 28 de noviembre.

Daniela Aránguiz

Daniela Aránguiz generó una verdadera revolución en las afueras de la cárcel de Rancagua, hasta donde llegó para visitar a su ex pareja Jorge Valdivia, quien cumple prisión preventiva tras ser formalizado por dos delitos de violación.

La ex chica Mekano y actual panelista de espectáculos llegó hasta el recinto penal sin entregar declaraciones a la prensa, aunque se sacó fotografías con quienes también esperaban entrar a la cárcel en horario de visita.

Aránguiz hasta el lugar acompañada por Claudio Valdivia, hermano del Mago, mientras Vanessa Daroch indicó a ¡Hay que Decirlo! Canal 13 que “yo lo dije, es más, se lo dije también a Daniela que ellos van a volver. Yo creo que esto es el principio de un largo reencuentro”.

“Yo creo que la Dani estaba esperando que se enfriara un poco todo esto, porque al principio fue una locura, pero ella es la mamá de sus hijos”, apuntando que también fue a visitarlo por ser el padre de sus retoños.

Jorge Valdivia, quien tiene dos hijos con Daniela Aránguiz, está en prisión preventiva en la cárcel de Rancagua desde el pasado 28 de noviembre y a pesar de las gestiones de su abogada defensora ante la Corte Suprema, se mantiene en prisión preventiva.

Notas relacionadas







José Antonio Kast, el rebelde de la UDI que cambió el paradigma de la derecha chilena para llegar a La Moneda 

José Antonio Kast, el rebelde de la UDI que cambió el paradigma de la derecha chilena para llegar a La Moneda 

El abogado de 59 años llegó a La Moneda tras tres candidaturas presidenciales y un camino marcado por desafiar a la dirigencia de su propio sector. Desde su formación en la UC bajo la tutela de Jaime Guzmán hasta la fundación del Partido Republicano, la trayectoria de Kast es la historia de un hombre que aprendió que en política el poder no se pide: se toma.

Daniel Lillo