El ahora “copresidente” de Nicaragua, Daniel Ortega (79), afirmó que las redadas anti inmigrantes en Estados Unidos son símiles a la “persecución nazi” contra los judíos. Los dichos se realizaron en medio de la reaparición del líder del régimen sandinista luego de diversos rumores respecto a su actual estado de salud.
Medios opositores editados en el exilio informaron en las últimas semanas una supuesta enfermedad crónica de Ortega, a raíz de su ausencia pública entre el 1 y 24 de mayo, período de tiempo donde fueron cancelados importantes actos conmemorativos del gobierno. Incluso se llegó a especular una posible muerte del autócrata.
El presidente nicaragüense criticó la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos que autorizó durante la semana pasada al gobierno de Donald Trump para revocar el estatus legal de 532 mil migrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, quienes contaban con un permiso de permanencia temporal conocido como parole.
“Aprueban la expulsión de los Estados Unidos de un poco más de 500 mil ciudadanos (…) y la pobre gente anda ahí huyendo, perseguida“, dijo el líder nicaragüense en medio de un discurso durante un acto de ascensos militares televisado exclusivamente por medios oficialistas. A su lado estaba su esposa, y copresidenta desde mediados de febrero, Rosario Murillo.
“Es algo terrible, terrible. Esto es como la persecuciones que hacían los nazis“, indicó el líder del régimen, quien habló por casi una hora de diversas temáticas. A diferencia de su última aparición pública, en la que se le vio delgado y pálido, en esta oportunidad exhibía un mejor semblante.
Ortega agregó que durante el régimen nazi alemán de Adolf Hitler, artífice del exterminio de unos seis millones de judíos en Europa entre 1933 y 1945, se buscaba a “gente trabajadora” para llevársela a campos de concentración.
“Eso está pasando en los Estados Unidos; una persecución brutal, inhumana, que no tiene nada de democrática ni de cristiana, sino que es un comportamiento fascista”, añadió.
Finalmente, Ortega concluyó que la “persecución” contra los migrantes es “una tortura brutal en contra de los hermanos latinoamericanos“, al denunciar la separación de madres e hijos.
