
Alemania es un país que ha vinculado su presente con Israel. Desde la fundación del estado sionista, tres años después del asesinato sistemático de seis millones de judíos durante el Holocausto alemán, siempre la ha considerado como una “responsabilidad especial“. Y siguiendo esta lógica, así lo hizo saber su canciller Friederich Merz.
“Este es el trabajo sucio que Israel está haciendo por todos nosotros“, aseguró Merz por sus ataques a Irán. “Sólo puedo decir que siento el más profundo respeto por el valor del ejército y del gobierno israelíes al hacer esto. De lo contrario, quizás habríamos visto este terror durante meses o incluso años, tal vez con un arma nuclear en sus manos“.
El compromiso de Alemania con Israel es más que un mero objetivo político, sino que responde a su existencia misma. La ex canciller alemana Angela Merkel fue la primera en referirse a la seguridad y existencia de Israel como una “razón de Estado”, y lo hizo ante el Knesset, el parlamento israelí. Su sucesor, Olaf Scholz, tomó la posta y también lo repitió en múltiples oportunidades.
La Real Academia Española define la razón de Estado como “política y regla con que se dirige y gobierna lo perteneciente al interés y utilidad de la república“. Otra de las acepciones tiene que ver con el “interés superior que se invoca” para que un Estado realice algo contrario a la ley o al derecho.
Lo de Merz fue una demostración más que a nivel institucional el discurso sigue estando instalado, pero es una actitud que también afecta en materia de toma de decisiones.
La UE no encuentra respuesta
A pesar de que más de un centenar de ONGs le han solicitado a la Unión Europea suspenda de forma total o parcial el Acuerdo de Asociación UE-Israel por sus dos frentes —la Franja de Gaza e Irán—, dicha medida no se ha materializado, en gran parte también por el peso que tiene Alemania en la agrupación.
Sin ir más lejos, la presidenta de la Comisión Europea es Úrsula von der Leyen, política alemana que fue titular en varios ministerios durante los períodos de Angela Merkel como canciller.
En la cumbre del G7, en la que estuvo invitada Von der Leyen, firmó un comunicado conjunto donde se mencionaba el derecho de Israel a defenderse, así como el rechazo a que Irán consiga armas nucleares.
He ahí el debate interno en Alemania en el caso de que si Israel violara el derecho internacional en la búsqueda de sus intereses de seguridad. La posición pondría en una situación legal difícil, de la que Alemania aún no ha logrado encontrar respuesta al respecto.