La ex presidenta de Argentina, Cristina Fernández, calificó durante esta jornada como “totalmente arbitrario” los permisos para recibir visitas a los que se deberá someter durante el transcurso de su prisión domiciliaria que deberá cumplir por seis años, según confirmó la Corte Suprema argentina.
El fallo cuenta además con una inhabilitación de por vida para ejercer cargos públicos, a raíz del escándalo del caso Vialidad.
“Hoy, mis abogados tuvieron que recurrir otra decisión del mismo Tribunal, que sólo permite que me visiten, y previo listado… únicamente mi núcleo familiar, mis abogados y mis médicos“, comenzó en un escrito compartido por su cuenta personal de X.
“El resto de mis relaciones con el mundo exterior… amigos, amigas, compañeros, compañeras y otras personas que conozco y me vinculo por el sólo hecho de ser una persona que tiene vida… cada vez que quieran visitarme deberán presentar una solicitud al Tribunal y luego esperar su autorización“, explicó Fernández sobre el mecanismos de visitas.
La ex mandataria consideró la medida como “un régimen de exclusión totalmente arbitrario, que no se le aplica a nadie y violatorio de mis más elementales derechos civiles“.
Asimismo, Fernández solicitó a la Justicia Argentina que deje sin efecto la decisión, indicando en el recurso presentado que “genera un agravio actual, concreto y específico” contra ella y que la limitación impuesta “resulta incompatible con el derecho a la vida familiar y social” protegido por la Constitución argentina.
“De mis derechos políticos, mejor ni hablemos… te la debo“, añadió en su posteo.
Finalmente, ironizó sobre la medida: ¿Habrá una Constitución y Códigos Penales y Procesales especiales, redactados únicamente para mí y que nunca me enseñaron en la facultad?
