Fuera de sus playas, su gente y sus increíbles paisajes, si por algo destaca Brasil como destino turístico son sus bebidas, especialmente sus cócteles. Tragos con alcohol y frutas tropicales del gigante del continente que son disfrutados tanto por los locales como los miles de turistas que llegan de visita para disfrutar del país. No obstante, hoy ello podría conllevar un peligro mortal.
Y es que ya son 15 las víctimas mortales provocadas por ingerir bebidas alcohólicas adulteradas en el país. En ese sentido, el ministerio de Salud brasileño realizó un llamado a dejar de consumir bebidas destiladas cuyo origen sea desconocido, “especialmente los incoloros“. Los casos, que van en aumento, mantienen en alerta máxima a las autoridades.
El primer caso se trató de una brasileña, Radharani Domingos, según rescató el diario El País, quien después de beber tres caipiriñas —un cóctel hecho con cachaça, un destilado típico brasileño— quedó ciega. Fue el viernes 19 de septiembre cuando la mujer de 43 años asistió a un bar “de lujo” en São Paulo y tomó dicha bebida.
Al día siguiente despertó con resaca, aunque rápidamente notó que los síntomas eran más graves: había perdido la visión y no lograba recordar información básica. Tras haber sido hospitalizada e intubada el domingo, los exámenes arrojaron que se había intoxicado con metanol, una forma de alcohol altamente tóxica para los humanos.
A la fecha, dos muertes han sido confirmadas y 13 adicionales bajo sospecha en todo Brasil. Asimismo, hay otros 209 casos en investigación por intoxicación por metanol a la espera de resultados de laboratorio, siendo un 85% de los casos concentrados en São Paulo.
El metanol en las bebidas afectadas en Brasil
El metanol es un tipo de alcohol simple utilizado como combustible, disolvente industrial o para fabricar productos químicos. Es altamente tóxico, incoloro e inflamable.
De apariencia es similar al etanol, el alcohol típico utilizado en tragos. No obstante, no es apto para consumo humano, ya que provoca ceguera o la muerte, incluso si se ingiere en cantidades pequeñas. Ante el incremento de casos, se notificó la inspección de 30 negocios que se encuentran bajo sospecha por haber vendido o distribuido bebidas adulteradas.
En ese sentido, el ministro de Salud brasileño, Alexandre Padilha, recomendó a las personas a tener extremas precauciones y “no aceptar la bebida que un amigo te pase en una fiesta”. Asimismo, llamó a evitar “ingerir productos destilados, especialmente los incoloros, si no tiene certeza absoluta sobre su origen”.
Con el número de clientes en bares y botillerías cayendo, el ojo se comienza a poner en las fábricas de bebidas alcohólicas, que han tenido un incremento en los últimos años: una destilería ilícita cerró cada cinco días entre 2022 y 2024. De hecho, de acuerdo a información del diario O Globo, un tercio del alcohol destilado consumido en Brasil está adulterado.