Un alto general ruso falleció la mañana de este lunes en Moscú luego de que una bomba explotara debajo de su auto. Se trataba del teniente general Fanil Sarvarov, que se desempeñaba como director del departamento de formación operativa del Estado Mayor ruso, mientras que los primeros indicios apuntan a los servicios especiales ucranianos por una posible autoría del siniestro.
La información fue divulgada por el Comité de Investigación de Rusia, que abrió una causa por asesinato. La escena que dejó el incidente recuerda el actuar de un ataque ucraniano perpetuado en diciembre de 2024, cuando el servicio de seguridad de Kiev se atribuyó un atentado similar contra el teniente general Igor Kirillov, jefe de las fuerzas de protección nuclear, biológica y química del ejército.
Autoridades rusas abrieron una investigación, además de asesinato, por tráfico de explosivos para esclarecer la muerte del alto general Sarvarov. El hombre de 56 años había liderado previamente las tareas de organización y conducción de una operación en Siria, cuando las fuerzas rusas respaldaban al régimen de Bashar al-Assad, de acuerdo a Tass.
Desde el comienzo de la ofensiva militar rusa contra Ucrania, en febrero de 2022, Kiev ha sido señalada en reiteradas ocasiones por presuntos ataques selectivos contra figuras políticas y mandos militares rusos, tanto dentro del territorio de Rusia como en las zonas de Ucrania ocupadas por Moscú.
Los ataques previos al alto general ruso en Moscú
El caso de Igor Kirillov, ocurrido en 2024, y ahora el de Sarvarov, se inscriben en una serie de episodios previos que han marcado el conflicto más allá del frente de batalla. Uno de los primeros antecedentes se registró en agosto de 2022, cuando la explosión de un automóvil causó la muerte de Daria Dugina, hija del ideólogo ultranacionalista Alexander Dugin, considerado cercano al Kremlin.
Meses después, en abril de 2023, otro hecho sacudió al país: el bloguero militar Maxim Fomin, conocido por su apoyo a la invasión de Ucrania, falleció tras la detonación de una estatuilla durante un encuentro en un café de San Petersburgo. Más recientemente, en abril de este año, un nuevo atentado volvió a poner en alerta a las autoridades rusas. El general Yaroslav Moskalik, subjefe de la Dirección General Operativa del Estado Mayor ruso, murió tras la explosión de un coche en las cercanías de Moscú.