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Escalada en el Caribe: Estados Unidos refuerza bloqueo a buques con petróleo de Venezuela mientras Irán respalda a Maduro

Teherán ofrece apoyo “en todos los ámbitos” a Caracas tras las interdicciones de petroleros por parte de Estados Unidos.

Estados Unidos intensificó este fin de semana su ofensiva marítima contra el comercio petrolero venezolano, al intentar interceptar un tercer barco sancionado en menos de una semana en aguas internacionales del Caribe, donde ha impulsado una serie de ataque a buques que transportan crudo.

Mientras que Washington sostiene que se trata de una estrategia para frenar el financiamiento del narcotráfico y el terrorismo, Venezuela e Irán, país que ha respaldado fuertemente a Caracas con mecanismos poco claros de financiamiento, califican las operaciones como “piratería de Estado”.

El caso más reciente involucra al petrolero Bella 1, perseguido este domingo cuando se dirigía a la costa venezolana para cargar crudo. El buque se encuentra bajo sanciones del Departamento del Tesoro de Estados Unidos por sus vínculos con el petróleo iraní y con una empresa relacionada a la Guardia Revolucionaria de Irán.

Según funcionarios estadounidenses citados por CNN, la nave navegaba “bajo bandera falsa” y estaba sujeta a una orden judicial de incautación, lo que derivó en una persecución activa por parte de la Guardia Costera.

La operación se suma a los abordajes previos del Centuries, interceptado entre sábado y domingo, y del Skipper, incautado el 10 de diciembre. Desde la Casa Blanca afirmaron que estas embarcaciones formaban parte de una red ilícita de transporte de petróleo sancionado desde Venezuela e Irán.

La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, señaló a través de su cuenta de X que “Estados Unidos continuará persiguiendo el tráfico ilícito de petróleo sancionado que se utiliza para financiar el narcoterrorismo en la región. Los encontraremos y detendremos”.

Los ataques de Estados Unidos contra buques petroleros que hicieron actuar a Irán

Las interdicciones se producen tras la orden del presidente Donald Trump de imponer un “bloqueo total y completo” a todos los petroleros sancionados que entren o salgan de Venezuela, en un contexto de creciente presión contra el gobierno de Nicolás Maduro, al que Washington acusa de liderar una red criminal vinculada al narcotráfico.

Caracas reaccionó con dureza. El gobierno venezolano denunció el abordaje del Centuries como un “robo” y un “secuestro” de tripulaciones en aguas internacionales, calificando las acciones como una violación del derecho internacional. Además, anunció que acudirá al Consejo de Seguridad de la ONU para que estos hechos no queden “impunes”.

En este escenario, Venezuela recibió un respaldo explícito de Irán. El canciller Yván Gil informó que Teherán ofreció cooperación “en todos los ámbitos” para enfrentar lo que describió como “la piratería y el terrorismo internacional” de Estados Unidos. Irán ya había acusado a Washington de incurrir en “piratería estatal”, mientras China y Rusia también expresaron su solidaridad con el gobierno de Maduro, elevando aún más la tensión geopolítica en el Caribe.

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