
En una columna publicada en este medio el 1 de junio, titulada “¿El IPS está a la altura?”, a través de mucha desinformación se busca cuestionar el rol del Estado y la capacidad del Instituto de Previsión Social, IPS, para implementar la Reforma de Pensiones.
Responderé con hechos concretos.
Primero: el IPS tiene una trayectoria comprobada en implementar políticas públicas complejas. Pusimos en marcha el Pilar Solidario de la Reforma de Pensiones desde el año 2008, que favoreció a personas del 60% más vulnerable de la población. El impacto de esa reforma ha sido ampliamente destacado.
Segundo: en materia de modernización del Estado, implementamos desde el 2012 la red ChileAtiende, citada como ejemplo por organismos internacionales. Cerca de 200 millones de interacciones con las personas se realizan a través de esta red cada año.
Tercero: durante la pandemia, el Gobierno recurrió al IPS para la entrega masiva de beneficios como el IFE. Incluso, durante el año 2021 gestionamos 64 millones de pagos sociales extraordinarios a las personas, aparte de los beneficios habituales del instituto. Una cifra que por sí sola refleja la magnitud de nuestro quehacer.
Cuarto: el IPS implementó la entrega de la PGU en tiempo récord, a menos de un mes de publicada la ley. Hoy nos hacemos cargo de más de 2 millones 300 mil pagos mensuales de estos beneficios. En la columna que motiva esta respuesta, se señala que nos vimos obligados a recurrir “al apoyo de las AFP” para esta labor. Esa afirmación carece de sustento. Fue la Ley la que dispuso que los pagos de PGU a las personas del Sistema de AFP pasaran a estar a cargo completamente del IPS desde junio de 2022.
Obviamente, a las AFP y compañías de seguro se les pidió el dato de las fechas y lugares de pago de sus pensionados, para hacer coincidir el pago de la PGU con esas mismas fechas. Resultado: desde el 2022 el IPS paga todas las PGU, tanto a sus propios pensionados como a los de las AFP y compañías de seguro.
Además, en la columna mencionada se afirma que este director, ante una comisión del Congreso, habría dado “respuestas erráticas” sobre el pago de la PGU a personas con beneficios de reparación.
Nuevamente es necesario desmentir: lo que hice fue precisar a algunos parlamentarios cómo funcionará el pago de este beneficio a partir de la Ley N°21.735. Esto, debido a las dudas en esa comisión, dado que antes esas personas podían acceder solo a un complemento de la PGU en muy pocos casos, y ahora con la reforma la mayor parte podrá optar al beneficio completo. De hecho, el IPS ya habilitó los sistemas desde el 2 de junio para que puedan ingresar su solicitud los pensionados de 82 y más años del primer grupo con beneficios de reparación. Es decir, una muestra de anticipación efectiva.
También la columna menciona que habríamos omitido, ante la comisión, el rol clave de recaudación de cotizaciones. Una vez más, eso es incorrecto. Por ejemplo, señalé que el primer hito para el IPS será justamente la recaudación adicional, que parte con un 1% para las remuneraciones de agosto (esto es, 0,9 % para el seguro Social y 0,1% para las cuentas de capitalización), aparte de informar sobre el proveedor de recaudación y nuestro trabajo con el FAPP, entre otros aspectos.
Además, en la columna mencionada se mezcla sin rigurosidad el escándalo de las licencias médicas con los cupos que se autorizaron para fortalecer técnicamente la implementación de la Reforma de Pensiones en el IPS. Aclararé, como lo he hecho en cartas a otros medios. Una vez recibida la nómina desde la Contraloría, el instituto cruzó esos datos con su dotación. El resultado: lejos de las 423 personas que se mencionaron inicialmente, quienes habrían hecho uso indebido de licencias en el IPS son 55 personas de la nómina actual del instituto. La gran mayoría de los RUN restantes no corresponden a funcionarios de la institución, lo que se ha informado a los organismos pertinentes. Los datos están ahí, verificables. Por supuesto, más allá de los números, todo uso indebido de licencias médicas es condenable y hemos puesto la mayor celeridad al sumario respectivo.
Por supuesto, en instituciones de tan amplio alcance como el IPS siempre hay espacio para mejorar. Pero eso está lejos de la imagen que se intenta construir mediante campañas de desinformación que lamentamos.
¿El IPS está a la altura? Nuestra historia de implementaciones es elocuente. El IPS sí está a la altura.