No fue un buen día para la Universidad de Chile. A pesar de contar sólo con hinchas de la U, el clásico universitario se transformó en la noticia del domingo después de los serios incidentes que marcaron los 32 minutos que se alcanzaron a jugar en el duelo contra Universidad Católica. Guardias, funcionarios policiales, trabajadores del Estadio Ester Roa de Concepción y el cuarto árbitro terminaron heridos por la acción de delincuentes con pirotecnia al interior del recinto.
Frente al problema, las autoridades decidieron suspender el pleito y que se juegue, en horario por determinar, sin público en los minutos que restan. En paralelo a esa decisión, Carabineros informó de la cantidad de detenidos tras los hechos de violencia que se registraron en las tribunas penquistas, donde además, hubo serias amenazas para los dirigentes estudiantiles.
Según las cifras de los uniformados, siete personas fueron aprehendidas después de ser suspendido el compromiso entre azules y cruzados.
Tres de ellos fueron detenidos por usurpación de identidad, uno por porte de arma blanca, uno por porte de drogas, otro por ocultar su nombre y sólo el último por portar un artefacto incendiario y fuegos artificiales. Además, seis fueron capturados por desórdenes en el estadio.
Desbaratan a la banda de “Los Bandalitos”
Mientras la U se preparaba para enfrentar a la UC, un grupo de delincuentes asociado a la barra de “Los de Abajo” fueron detenidos por la Policía de Investigaciones (PDI) tras una serie de allanamientos realizados en la Región Metropolitana.
Apodados como “Los Bandalitos”, esta facción de hinchas de Universidad de Chile, según la PDI, fue desbaratada para recuperar armas y cortar con la venta de droga. Los operativos desarrollados en Conchalí y Recoleta terminaron con 21 personas aprehendidas y se encontraron una pistola Glock, dos cargadores extendidos, un cargador tipo tambor, dos pistolas traumáticas, municiones, clorhidrato de cocaína, hongos alucinógenos y otro tipo de estupefacientes.
