
El Séptimo Juzgado de Garantía decretó la medida cautelar de prisión preventiva para Diego Soto, conocido como el profanador de tumbas del Cementerio General tras ser formalizado por los delitos de daños a monumento nacional y ultraje de tumba y cadáver.
El tribunal tomó la decisión luego de descartar que el sujeto de 25 años sufriera algún tipo de enajenación mental, como lo planteó su defensa con el objetivo de suspender el proceso. Sin embargo, el propio magistrado negó esta posibilidad.
De esta manera, el imputado cumplirá dicha medida durante los 150 días que dure la investigación en un hospital al interior de la cárcel Santiago I.
En la audiencia se corroboró que al momento de la detención del profanador de tumbas del Cementerio General, en las inmediaciones de un hospital psiquiátrico de Recoleta, se encontraron dos cráneos y diversos tipos de osamentas entre sus pertenencias.
Eso se suma a los hallazgo que hicieron en su domicilio, los que se tienen que corroborar si son restos humanos o de animal.
El fiscal Cristián Meneses declaró a la prensa que “el Tribunal estimó que efectivamente la libertad del imputado constituye un peligro para la seguridad de la sociedad, tal como nosotros lo habíamos sostenido, y de esa perspectiva estamos satisfechos con el decreto de la presión preventiva respecto al imputado”.