
El fiscal regional de Antofagasta, Juan Castro Bekios, alertó este lunes de la posible llegada al país de nuevos grupos criminales provenientes de Brasil y México, durante su intervención en la jornada de trabajo que reúne a equipos especializados del Ministerio Público, policías y agencias internacionales.
La cita, que se lleva a cabo en dependencias de la Fiscalía Nacional en Santiago, busca compartir experiencias y perspectivas respecto de los fenómenos delictivos que están presentes en el país.
Durante su intervención, Castro Bekios advirtió sobre la expansión de agrupaciones del crimen organizado internacional que podrían interesarse en ampliar sus actividades delictivas al territorio nacional.
En ese marco, el persecutor apuntó al peligro que representa no solo para Chile, sino para el Cono Sur, la irrupción de mexicanos como Jalisco Nueva Generación, cuya una de sus células se detectó el año pasado en la Región de O’Higgins, tras detectar un laboratorio de metanfetaminas.
Fiscalía advierte de posible llegada de grupos criminales desde Brasil
Además, el fiscal de Antofagasta alertó que el próximo inicio de operaciones del Corredor Bioceánico Trópico de Capricornio, a través del cual se conectarán los puertos de Antofagasta y Mejillones con mercados de Argentina, Paraguay y Brasil, podría abrir una ruta que podrían aprovechar bandas criminales de Brasil para llegar a los mercados de Asia y Oceanía.
Al respecto, advirtió de la eventual llegada del Primer Comando Capital (PCC), la organización criminal más grande y mejor organizada de Brasil.
“Lo que nos tiene que preocupar es el PCC, porque le vamos a dar un tremendo acceso a través del corredor bioceánico, sobre todo por la influencia que tiene en la Triple Frontera y los fenómenos que ahí se dan: contrabando, lavado de activos, comercialización de drogas, corrupción, crimen organizado”, previno el persecutor.
Juan Castro Bekios también dijo que otro de los peligros que asechan a Chile es el tráfico de drogas marítimo, “considerando que en el mundo entre el 75% y 90% del clorhidrato de cocaína se mueve precisamente a través de rutas marítimas“.