El caso de Julia Chuñil, la mujer de 72 años que desapareció el 8 de noviembre de 2024 en Máfil, Región de Los Ríos, ha causado consternación en el país, y a casi un año del inicio de su búsqueda, salieron a la luz los antecedentes que maneja el Ministerio Público, los cuales apuntan a dos tesis investigativas totalmente diferentes.
En un principio, la familia apuntó como presunto responsable al empresario forestal Juan Carlos Morstadt Anwandter, acusando que él habría amenazado a la adulta mayor a raíz de unas disputas por terrenos resguardados por la comunidad Putreguel, reconocida por la Conadi en 2014.
En el marco de las diligencias de este caso, Carabineros realizó un allanamiento en la casa de la dirigenta mapuche, donde encontraron una mancha de sangre dentro de la vivienda. Tras ello, se dio a conocer que la familia de Julia Chuñil era “objeto de interés” para el Ministerio Público.
Recientemente, el 30 de septiembre las abogadas de la familia informaron sobre la existencia de un audio del empresario forestal en el cual admitía que a la dirigenta “la quemaron”.
Bajo este contexto, T13 reveló las líneas investigativas que sigue la Fiscalía en la desaparición y posible asesinato de Julia Chuñil.
La investigación contra el empresario Juan Carlos Morstadt
La primera tesis investiga tiene relación con la presunta responsabilidad del empresario Juan Carlos Morstadt en la desaparición de Julia Chuñil.
Entre los antecedentes se encuentra el conflicto que tenía Morstadt por la ocupación del terreno usado por Chuñil para tener a sus animales, hecho por el cual presentó una denuncia por usurpación en 2023.
Sumado a ello, las abogadas de la dirigenta mapuche revelaron la transcripción de una llamada entre el empresario y su padre, en la cual le confesaría que “la quemaron”.
Dicho audio está en manos del Ministerio Público, donde también habría información que lo relacionaría con tenencia de armas de fuego no declaradas.
La investigación contra los hijos de Julia Chuñil
Por otro lado, la segunda línea de investigación apuntaría a la responsabilidad de los hijos de Julia Chuñil.
Lo anterior, debido a que en las pericias del Laboratorio de Criminalística de Carabineros se hallaron muestras de sangre de uno de sus hijos (Javier Troncoso Chuñil) en la carretilla que usó la dirigenta el día que desapareció.
De acuerdo al reportaje del citado medio, una testigo del caso reveló ante la Fiscalía que luego de haber declarado ante la Sección de Investigación Policial de Carabineros, Javier la habría llamado para presionarla e intimidarla.
El otro hijo que está bajo la lupa del Ministerio Público es Pablo San Martín Chuñil. Esto debido a que 10 días antes de su desaparición, Julia le traspasó formalmente un terreno por ocho millones de pesos pagados al contado. En el documento se indica que la mujer se reservó el “usufructo vitalicio de la propiedad”, lo que significa que el hombre podía disponer del sitio solo una vez que su madre falleciera.
Además, rastreos telefónicos posicionan a Pablo en las antenas del lugar de interés para la investigación en fechas coincidentes con la desaparición de Julia Chuñil.
“Yo sé que Julia está muerta y que tuvo una pelea con su hijo Javier en la propia casa de ella, esto ocurrió de noche. Y que otro día, en horario diu
o, Javier junto a sus hermanos Pablo y Jeanette fueron a la toma con la ropa de Julia y la quemaron en un tambor con bencina afuera de la casa de la Toma. No sé dónde está su cuerpo”, expuso un testigo reservado del caso.
Por su parte, desde el Ministerio Público manifestaron que “se detectaron manchas con apariencia de sangre en la parte interior de la puerta principal (…) Este hallazgo permite afirmar la presencia de sangre de la víctima en el lugar donde fue vista por última vez con vida”.