Han pasado cuatro meses desde que Gonzalo Montoya, ex alcalde de Macul, fue secuestrado y ahora su nombre vuelve a salir a la palestra. Pero no por nuevos antecedentes de lo ocurrido en ese entonces, sino por diversas acusaciones respecto a lo que fue su gestión.
Eduardo Espinoza, su sucesor, detalló a T13 que cuando asumió el cargo, la oficina parecía una fortaleza. “El primer día que llegamos, la primera sorpresa que me encuentro es la entrada a la oficina del alcalde, porque no podía entrar, porque está esta puerta que tiene huella digital“, aseguró.
A eso se suma que “en el escritorio donde me siento yo, hay un botón abajo, un botón rojo. No sé si es de pánico o de timbre…”.
Actualmente, Gonzalo Montoya enfrenta una investigación en su contra por presunto fraude al fisco y lavado de activos, en el marco del Caso Farmacias Populares. El alcalde Espinoza sostuvo que “creemos que hay irregularidades como malversación de caudales, fraude al fisco, tráfico de influencias, asociación ilícita y también financiamiento ilegal de los partidos políticos”.
Según se reveló en el reportaje, el perjuicio fiscal asciende a unos 6.600 millones de pesos. A eso se suman deudas que superarían los dos mil millones a proveedores de medicamentos e insumos.
Fiestas en dependencias municipales, sobresueldos y nombramientos a dedo
La gestión del ex alcalde de Macul, Gonzalo Montoya, también es cuestionada por sobredotación de personal, sobresueldos y nombramientos express.
Según el relato de Isabel Suárez, encargada de archivo, que también denunció que se destruyeron documentos contables, ellos “tenían prohibido hablar con nosotros… y se sabía que llegaban por él“.
Otro trabajador, que no quiso dar a conocer su identidad, denunció que “en el castillo (municipio) se realizaban algunas fiestas fuera del horario de laboral. Llegaban a ciertas horas de trasnoche, donde obviamente el guardia al ver al alcalde llegar a las tres, cuatro de la mañana tenía que dejarlo entrar y entraba con otras personas más. Siempre bajo el resguardo de que ese guardia mantenía el silencio, de no exponer”.
“Se sabía vox populi que muchas niñas participaban de estas fiestas, y una manera de mantenerlas en silencio respecto a lo que pasaba en las fiestas, es que las contrataban acá en la corporación“, añadió.