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Altas temperaturas en Chile: conoce los grupos más vulnerables y revisa las medidas preventivas ante el calor extremo

Los expertos coinciden en que las altas temperaturas representan un riesgo especial para ciertos grupos de la población, porque su salud o condiciones físicas los hacen más vulnerables a sufrir golpes de calor, deshidratación y descompensaciones.

Este lunes comenzó una ola de calor extrema en gran parte del país, especialmente en la zona central, con temperaturas máximas que podrían alcanzar los 39 °C o más al menos hasta el 31 de diciembre, según los pronósticos de la Dirección Meteorológica de Chile; frente a este escenario, el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) declaró alerta roja por calor extremo en las regiones Metropolitana, Ñuble, O’Higgins y el Maule, movilizando recursos para enfrentar los efectos sanitarios y ambientales asociados a las altas temperaturas.

En ese contexto, los expertos coinciden en que las altas temperaturas representan un riesgo especial para ciertos grupos de la población, porque su salud o condiciones físicas los hacen más vulnerables a sufrir golpes de calor, deshidratación y descompensaciones.

Entre los más afectados están niños y niñas pequeñas, personas mayores, personas con enfermedades crónicas (cardiovasculares, respiratorias o metabólicas), trabajadores expuestos al sol, y quienes no cuentan con mecanismos adecuados de hidratación o adaptación térmica, como quienes tienen discapacidad o dependencia. Estos grupos requieren medidas de protección adicionales, como hidratación constante, evitar la exposición prolongada al sol y acceso a ambientes con temperaturas más moderadas.

Cómo protegerse del calor extremo: consejos de expertos en salud

Beatriz Arteaga, directora de la Escuela de Enfermería de la UDLA, señaló a EL DÍNAMO que “los trabajadores expuestos al sol, como quienes se desempeñan en jardinería o agricultura, presentan mayor probabilidad de sufrir deshidratación, hipertermias y golpes de calor. A ellos se suman las personas con discapacidad o dependencia, que requieren ayuda para hidratarse y regular su entorno, y las personas mayores de 65 años, quienes tienen menor capacidad de termorregulación, más enfermedades crónicas y, en muchos casos, aislamiento social”.

Asimismo, “los lactantes y niños pequeños son especialmente vulnerables debido a su sistema de termorregulación inmaduro y mayor riesgo de deshidratación. También las embarazadas y puérperas pueden presentar complicaciones asociadas al calor extremo, mientras que las personas con enfermedades crónicas enfrentan un mayor impacto por su condición de salud y el uso permanente de medicamentos, lo que puede provocar descompensaciones ante las altas temperaturas”, añadió.

Estos altos registros pueden provocar golpes de calor con diferentes consecuencias en las personas, desde mareos y deshidratación hasta complicaciones más graves que requieren atención médica inmediata.

Leonardo Ristori, jefe de Urgencias de INDISA, reveló a EL DÍNAMO algunas medidas preventivas que pueden adoptar las personas para protegerse adecuadamente:

  • Mantente hidratado. Toma abundante agua a lo largo del día, incluso si no tienes sed.
  • Protege tu piel. Utiliza protector solar, sombrero y gafas de sol.
  • Vístete adecuadamente. Prefiere ropa ligera, de colores claros y de algodón.
  • Evita las horas de mayor sol. Planifica tus actividades al aire libre durante las horas más frescas del día.
  • Permanece en lugares frescos. Si te sientes acalorado, refúgiate en lugares con sombra o aire acondicionado de ser posible.

“Un golpe de calor es una condición médica grave que ocurre cuando el cuerpo no puede regular su temperatura interna. Es importante reconocer los signos de alerta y actuar rápidamente para evitar complicaciones”, explica el Dr. Ristori.

¿A qué signos estar alerta frente a un golpe de calor?

  • Piel caliente y seca: a diferencia de la sudoración normal, en un golpe de calor la piel se siente caliente y se seca al tacto.
  • Confusión o desorientación: la persona puede presentar dificultad para pensar con claridad o seguir instrucciones.
  • Mareos o desmayos: la presión arterial baja puede causar mareos y pérdida del conocimiento.
  • Dolor de cabeza intenso: un dolor de cabeza punzante y persistente es un signo común.
  • Náuseas y vómitos: el cuerpo puede responder al calor excesivo con malestar estomacal.
  • Calambres musculares: los músculos pueden contraerse involuntariamente debido a la deshidratación.
  • Respiración rápida y superficial: el cuerpo trata de enfriarse acelerando la respiración.
  • Pulso rápido y fuerte: el corazón trabaja más rápido para bombear sangre.
  • Falta de sudor: a pesar del calor, la persona puede dejar de sudar.

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