
“Sin duda el resultado de nuestro partido dista mucho de lo esperado, lo que nos invita a un análisis profundo para el que ya tendremos tiempo y que nos comprometemos a realizar con toda la seriedad necesaria”.
Esas fueron las palabras que la directiva del Frente Amplio compartió con la militancia luego de la estrepitosa derrota que sufrió Gonzalo Winter en la primaria del oficialismo.
El candidato frenteamplista no logró ni siquiera sobrepasar el umbral del 10% de los votos, siendo derrotado en todas las comunas del país y alcanzado un poco más de 123 mil sufragios a favor.
En consideración de la magnitud de la derrota, en la base militante del FA no cayeron nada bien las palabras de la directiva que, hasta el martes de esta semana, no ha esbozado autocrítica ni en la interna, y menos en público.
De hecho, los principales dirigentes de la directiva —compuesta por 11 integrantes— no han salido a abordar la derrota. Sólo el candidato se refirió al resultado brevemente en el Congreso, donde retomó sus funciones parlamentarias esta semana.
“Evidentemente los resultados son malos, son peores de lo que esperábamos, lo cual evidentemente es negativo para el partido y tendremos que asumir las responsabilidades que corresponden. Los balances son muy profundos y se demorarán semanas en hacerse”, dijo Winter este martes.
En todo caso, el diputado del Distrito 10 es exculpado de los magros resultados. De hecho, el sentimiento extendido es de agradecimiento por haber asumido una carrera presidencial que se veía cuesta arriba desde que fue proclamado tras la negativa del alcalde Tomás Vodanovic.
“Es quien seguramente pagará los costos políticos de forma personal, pero son otros los responsables”, señala un dirigente del FA fuera de micrófono.
En concreto, los apuntados, o más bien las apuntadas como responsables políticas de la debacle, son principalmente la presidenta del partido, Constanza Martínez, y la jefa de campaña, la diputada Gael Yeomans.
“¿Quién se hará cargo de la responsabilidad política de esta derrota? La respuesta es nadie porque este es un partido de élite donde quienes toman las decisiones actúan como la famosa Mesa del poder el comentado spot de la franja de Gonzalo Winter”, comentó un dirigente en una carta abierta que se compartió en chats del partido.
La crítica de la militancia también apunta a la conformación de equipos que no lograron llegar con una propuesta concreta y a tiempo en el punto álgido de la campaña.
De hecho, el último día de la campaña, el jueves 26 de junio, Winter lanzó una extensión de su programa a último minuto en el que se hacía especial énfasis en el desarrollo económico. No obstante, al ser dado a conocer el último día de campaña, no se pudo difundir ni comentar debido al silencio electoral que impone la legislación los días previos a los comicios.
Esa situación desató críticas al dudoso diseño de la recta final de la campaña que fue calificado como errático y hasta “amateur” por parte de dirigentes de la tienda alojada en Esmeralda 761.
Consultada por EL DÍNAMO, Yeomans —una de las principales apuntas— respondió que espera “un proceso de evaluación política que esté a la altura del que tenemos que hacer en el Frente Amplio es colectivo y se hace en el partido, no por medio de off en la prensa. Yo al menos no soy de ese estilo, yo creo que es el diálogo político de la militancia el que le da sostén a nuestro proyecto”.
Desde la directiva rehuyeron de dar una respuesta ante la consulta de este medio.
Trasfondo de una crisis y los pasos a seguir
Distintas fuentes del partido apuntan a que más allá de la deficiente gestión de la campaña, hay factores de fondo que se dejaron ver en esta elección y que, de no corregirse, ponen en peligro la relevancia del FA a futuro pensando en el desafío de la elección parlamentaria.
Las más importantes, dicen en el partido, es la “elitización” del FA y la distancia que se mantienen entre las diferentes corrientes que componen la tienda política en que milita el presidente Gabriel Boric.
Sobre esto último, dirigentes indican que a pesar de que el partido efectivamente llegó a un acuerdo para fusionarse y dar paso al FA desde Convergencia Social, Revolución Democrática, Comunes y Plataforma Socialista, hoy la pugna por el poder del partido no ha permitido una correcta sincronía entre las distintas sensibilidades.
Todo esto será parte del debate que se abrirá en las próximas semanas en el partido. De hecho, para el 12 de julio están citadas las direcciones regionales, posterior a la síntesis de las organizaciones comunales, para dar el debate interno y elaborar un insumo a ser discutido por el comité central y la dirección nacional.
De ese proceso, a varias semanas de la derrota, debería salir en limpio la autocrítica del partido.
Un componente que agrega tensión a la ecuación es que este proceso y a la negociación parlamentaria se sumarán las elecciones de encargados políticos y orgánicos de las comunas en que tiene presencia el FA.
Respecto a la continuidad de la directiva, en el partido indican que no hay ánimo de pedir la renuncia de la presidenta Martínez o el secretario general, Andrés Couble.
Eso sí, la vista está puesta en la elección parlamentaria de noviembre. Un mal resultado en ahí sellaría la salida de la directiva, aseguran desde el partido.