Antes de que el presidente Gabriel Boric anunciara la Ley de Presupuesto 2026, la ministra de la Segpres, Macarena Lobos, ya había advertido a su equipo de una singularidad que iba a complejizar aún más las tratativas: la campaña parlamentaria.
La advertencia de la ministra, en todo caso, no hacía referencia a solicitudes extravagantes que pudieran elevar diputados y senadores para sacar réditos electorales —algo que se da por sentado— sino que al estrecho calendario para tramitar el Presupuesto de la Nación debido al despliegue territorial que se suele priorizar en desmedro de la presencia en el Congreso.
Una señal de esto fue el bochorno que se vio la semana pasada; la sesión en la Cámara del miércoles pasado fue suspendida definitivamente debido a la falta de quórum, ya que sólo 48 diputados se presentaron a la sesión.
Si bien las subcomisiones de presupuesto no se vieron afectadas —varios diputados no estuvieron en la sesión por estar en dichas instancias—, la situación encendió las alarmas puesto que sentó un “mal precedente” de lo que pueda suceder a medida que se acerque la elección.
Esta semana, por ejemplo, las subcomisiones de presupuesto no funcionarán debido a que la Cámara y el Senado entraron en receso legislativo a propósito de la “semana regional”, periodo que se da a los parlamentarios para que visiten sus regiones o distritos. Lo mismo sucederá la semana del 10 de noviembre, en el contexto del cierre de campañas.
Ley de Presupuesto 2026: una carrera contra el tiempo
Prevista de esta situación, la secretaría general de la Comisión Especial de Presupuesto remitió a los comités parlamentarios una minuta en que informa cómo se procederá en la tramitación de la ley que ya pasó por su etapa de presentación y está a la espera del ingreso de modificaciones por parte del Ejecutivo e indicaciones parlamentarias.
El documento establece que el plazo para ingresar indicaciones vence a las 16:00 horas del próximo lunes 27 de octubre y que las partidas y artículos que no hayan sido objeto de indicaciones ni solicitudes de votación separada, se darán por aprobados con el fin de agilizar el trámite. Esto, en consideración que el cronograma establece que en los tres días posteriores (máximo 30 del mes vigente) debe evacuarse el informe final de la mixta.
El problema, en todo caso, no es el funcionamiento de comisión mixta que es acotado a los integrantes, sino que al pleno de la Cámara que es la primera instancia que debe pasar el Presupuesto para ser visado. Voces del Congreso advierten que el contexto electoral podría hacer fracasar algunas sesiones, tal como ocurrió hace unos días, lo que complicaría aún más la tramitación
A eso se suma los problemas que ha exhibido la articulación presupuestaria presentada por el Gobierno.
Hasta el momento, el presupuesto ha sido cuestionado por la falta de recursos para el Ejército; no incluir la glosa republicana de libre uso para el próximo gobierno; el crecimiento insuficiente del presupuesto de la Contraloría General de la República; haber incluido las asignaciones de los expresidentes en el gasto permanente; la falta de presupuesto estructural para la salud denunciado por el Colmed; y la reciente advertencia del Consejo Fiscal Autónomo de que el país se encamina a un tercer incumplimiento consecutivo de la meta de Balance Estructural (BE).
Esto último es quizá el cuestionamiento más relevante, ya que desde un inicio la oposición advirtió que el Gobierno nuevamente estaba sobreestimando los ingresos al igual como ocurrió en 2022 y 2023.
El jefe de bancada de diputados RN, Frank Sauerbaum, hizo hincapié en la situación advirtiendo que “el Gobierno tiene que sincerar los números antes de votar cualquier cosa, y esta va a ser la principal duda que vamos a tener”.
Y acotó: “Nunca se había dado que una ley de presupuesto pusiera en cuestión las proyecciones del Gobierno, tanto los ingresos como los gastos, y más bien discutíamos respecto de los ministerios de cada una de las partidas. Pero hoy día los antecedentes nos demuestran que el Gobierno va a dejarnos con un nivel de deuda pública muy cercana al 45% en el mediano plazo, y eso nos tiene muy preocupado”.