
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) informó esta jornada que “identificó nuevos elementos que muestran impactos directos en salas subterráneas” de la instalación nuclear iraní de Natanz, tras los bombardeos realizados por Israel. Daños significativos, pero que están lejos del verdadero corazón de enriquecimiento en Irán: la planta nuclear iraní de Fordow.
La última palabra la tiene Estados Unidos, donde Donald Trump debe adoptar la decisión si decide intervenir en el conflicto, puesto que si Israel quiere destruir Fordow, la instalación nuclear fuertemente custodiada y que trabaja secretamente su enriquecimiento de uranio, necesitará armas que solo posee el país norteamericano.
“Eso es algo que Estados Unidos puede eliminar. Es algo que a los israelíes les resultará muy difícil. Si esto termina con Fordow intacto, el problema podría ser aún peor“, dijo Brett McGurk, ex diplomático de alto rango en Medio Oriente durante las administraciones de Trump y Biden, en su análisis para CNN. “Irán podría estar más inclinado a desarrollar armas nucleares, y esa infraestructura está intacta“.
El avance israelí tienen que ver con una descoordinación en la inteligencia israelí y estadounidense. Mientras que la primera creía que Irán se estaba acercando rápidamente a un punto de no retorno en su desarrollo de armas nucleares, el segundo no solo estimaba que no estaba buscando ese objetivo, sino que estaba al menos hasta tres años de poder producirlo.
En público, Trump ha dejado claro que no quiere implicar a Estados Unidos en la ofensiva directa de Israel, pero no ha descartado hacerlo en caso de ser necesario. “No estamos involucrados. Es posible que nos involucremos. Pero en este momento no estamos involucrados“, aseguró a ABC News el domingo en la mañana.
De seguir adelante y prestar la ayuda necesaria para atacar Fordow, Estados Unidos se convertirá participante directo en el conflicto, iniciando una nueva guerra de las que Trump ha jurado evitar a toda costa en sus dos campañas electorales. La posibilidad de alcanzar un acuerdo de desarme nuclear con Irán quedaría desterrada, según anunciaron autoridades iraníes.