La hermana del Presidente Sebastián Piñera, Magdalena Piñera Echenique, fue sancionada por poner en riesgo la salud pública durante el funeral de Bernardino Piñera, en el contexto de la emergencia sanitaria por el COVID-19, multa que quedará en suspensión por 6 meses.
El caso se remonta al 21 de junio, cuando el arzobispo emérito de La Serena y tío de la familia Piñera Echenique falleció en una residencia de ancianos. Posteriormente, el registro civil confirmó que Bernardino Piñera falleció por una “insuficiencia respiratoria/neumonía por COVID-19”.
Días antes de que se confirmara la causa de muerte, se registraron fallas en el protocolo del funeral del sacerdote realizado el Parque del Recuerdo se realizó, por lo que una serie de parlamentarios interpusieron una querella criminal contra Sebastián Piñera por “poner en riego la salud pública”. Luego, el Ministerio Público la amplió a Magdalena Piñera Echenique, siendo ella la única sentenciada al pago de una multa por el hecho.
Si bien la multa es de 6 UTM (unos $306 mil) con la posibilidad de rebaja, el fallo del Segundo Juzgado de Garantía de Santiago decretó la suspensión de la pena impuesta seis meses. Esto quiere decir que, pese a ser condenada, Magdalena Piñera Echenique no tendrá que pagar la multa si no comete faltas en este periodo de tiempo.
El fallo judicial indica que existen antecedentes que “no hacen aconsejable la imposición de la pena, lo que se traduce en la naturaleza del hecho investigado, el contexto en que éste ocurrió, a saber, con ocasión de la pérdida de un ser querido por parte de la imputada, la baja entidad del mismo, a lo que se suma que la requerida tiene a su edad una irreprochable conducta anterior”.
En caso de que la hermana del Presidente cumpla los seis meses sin cometer faltas, la sentencia se dejará sin efecto y se dictará el sobreseimiento definitivo.
De acuerdo a los antecedentes presentados, en el funeral de Bernardino Piñera la familia abrió el féretro con los restos del sacerdote en su interior y se entregó la comunión compartiendo todos de la misma copa, algo que contravenía el protocolo sanitario vigente para funerales en ese momento.
