Secciones
País

Qué es el bombing: el ataque grafitero denunciado por Orrego en la Gobernación Metropolitana

“Es evidente que hay gente que no le gusta lo que estamos haciendo, pero estoy seguro que a la mayoría, de manera silenciosa sí le gusta, y no vamos a aflojar”, agregó.

Claudio Orrego denunció que el edificio de la Gobernación Metropolitana fue víctima de un “bombing”, tras un evento skater realizado en la capital.

“Llevamos un 80% de limpieza de fachadas y acciones vandálicas no nos detendrán. En junio sufrimos un ataque de bombing por estar limpiando la ciudad. Les decimos con tranquilidad y firmeza que seguiremos limpiando la Nueva Alameda. Antisociales no tendrán la última palabra”, indicó la autoridad regional.

En esta línea, Orrego expresó a Canal 13 que u0022esto ocurrió el 18 de junio. Vino un grupo importante de personas a rayarnos, esto se llama bombing y es un acto de amedrentación a alguien, en este caso, a nosotros como Gobierno de Santiago por estar limpiando la ciudadu0022.

“Es evidente que hay gente que no le gusta lo que estamos haciendo, pero estoy seguro que a la mayoría, de manera silenciosa sí le gusta, y no vamos a aflojar”, agregó.

El gobernador metropolitano apuntó que “vamos a hacer la denuncia, entiendo que las cámaras lo que muestran es la masa de gente que vino a rayar, no tenemos a ninguno individualizado, así que nos va a costar encontrar a los responsables, a diferencia de lo que pasó en el Bellas Artes, donde las cámaras sí existían y nosotros nos querellamos y la justicia declaró admisible nuestra querella”.

¿Qué es el bombing?

El mundo del graffiti está vinculado al hip hop, por lo que los vocablos y términos utilizados están unidos a este estilo de vida y a la cultura norteamericana.

Así, el bombing guarda relación con “salir a pintar, a bombardear la ciudad” con la firma de los grafiteros en diversos puntos de una urbe, lo que pasó en la Gobernación Metropolitana.

Notas relacionadas





Y chorree en los escritorios también

Y chorree en los escritorios también

En una época marcada por la estridencia de pantallas y egos, y cuando todo parece diseñado para capturar una atención efímera, Tiny Desk ha confirmado que lo más radical puede ser lo más simple. Con más de mil 100 conciertos de menos de 20 minutos cada uno (con un promedio de tres a cuatro presentaciones por semana), el proyecto se convirtió en un santuario inmaculado para melómanos, fans y espectadores.

{title} Mauricio Jürgensen