El lago Vichuquén, en la Región del Maule, enfrenta una seria crisis ecológica debido a que sus aguas presentan niveles de toxicidad superiores a los estándares recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El análisis de muestras recogidas por el Instituto de Fomento Pesquero (IFOP) el pasado 1 de diciembre en el sector de Playa Paula reveló altas concentraciones de bacterias, especialmente cianobacterias que representan un riesgo para la salud humana. Esta evaluación se realizó a solicitud del Ministerio de Salud (Minsal), tras reportarse una intensa proliferación algal en el lago.
Debido a lo anterior, la Seremi de Salud del Maule declaró al lago Vichuquén como zona de riesgo sanitario por lo que se prohibió el uso del agua, ya sea para baño o actividades recreacionales.
Junto a ello, el alcalde de Vichuquén, Patricio Rivera, indicó a Cooperativa que la emergencia ecológica, ha tenido considerables efectos en los arriendos en la zona para el verano próximo.
La autoridad planteó que existen responsabilidades compartidas ante esta situación, ya que los privados dueños de los terrenos no realizaron las inversiones necesarias para evitar este problema, mientras que las autoridades (durante la última década) no avanzaron en legislación ni concientizaron lo suficiente a la población del sector.
Problemas hepáticos, dermatitis y animales muertos: hasta cuándo estará cerrado el lago Vichuquén por toxicidad
El académico y doctor en ciencias ambientales del Instituto de Ciencias Biológicas de la Universidad de Talca, Mauricio Quiroz, alertó sobre los problemas de salud que puede traer el solo tocar el agua del lago.
“Puede provocar irritación cutánea, problemas hepáticos agudos, dermatitis, conjuntivitis, síntomas gastrointestinales, náuseas y vómitos. Las cianobacterias presentes, por las características que tienen, resisten el calor y tienen una intensidad de luz importante sobre todo ahora en esta época, lo que logra generar una alteración de las células hepáticas”, explicó el experto a Emol.
En tanto, el decreto del Minsal prohibió todo contacto con el agua como baños, actividades recreativas, extracción para piscinas u otros usos, e instruyó a la municipalidad a instalar señalética y reforzar la educación pública. La medida rige hasta el 31 de marzo de 2026, a menos que la situación en la zona se revierta.