Secciones
Política

¿Claudio Bravo como futuro ministro?: Evelyn Matthei adelanta su eventual gabinete

La abanderada de oposición aseveró que ya tiene en mente a quienes podrían aterrizar en ministerios como Salud, Seguridad Pública, Deporte y Hacienda.

Evelyn Matthei, candidata presidencial de Chile Vamos, dejó ver su confianza de cara a las elecciones presidenciales de noviembre próximo y ya comenzó a tirar las primeras líneas respecto a su eventual gabinete. Y uno de los nombres que saltó a la palestra fue el de Claudio Bravo.

La abanderada de oposición, en entrevista para Pedro Carcuro en 24 Horas, aseveró que ya tiene en mente a quienes podrían aterrizar en ministerios como Salud, Seguridad Pública, Deporte y Hacienda.

En dicha oportunidad, Carcuro le consultó sobre los personeros imprescindibles que llegarían con ella a La Moneda, apuntando que “hay muchos que no me van a faltar, obviamente la Paula Daza”.

Consultada sobre si Daza podría ser la nueva ministra de Salud, Matthei planteó que “uno nunca sabe, ella da para cualquier cosa. Una mujer muy inteligente, muy criteriosa, muy trabajadora y yo la quiero mucho”.

Ante la pregunta si Ignacio Briones, su principal asesor económico, podría repetirse en Hacienda, cargo que ya ocupó en el segundo gobierno de Sebastián Piñera, Evelyn Matthei sorprendió con un nuevo candidato.

“Hay muchos que me gustan. Me gusta mucho una persona, también, que es menos conocida, que es Gonzalo Sanhueza”, precisó, mientras que para el Ministerio de Seguridad Pública baraja los nombres de Isidro Solís y Felipe Harboe.

Pero Matthei también dio a conocer a quien quiere en la cartera de Deporte, apuntando al ex capitán de la Selección Chilena, Claudio Bravo.

“Hay uno que me encantaría, Claudio Bravo en Deporte. Ese es mi sueño (…), creo que nadie sería mejor que él, porque además, tiene academia y ha demostrado toda su vida un comportamiento muy mesurado, muy cuidadoso”, declaró.

Notas relacionadas








Vuélveme a querer

Vuélveme a querer

El extraño caso de Cristian Castro es, finalmente, el de un artista que perdió el centro, vagó por los bordes y regresó sin pedir permiso. No volvió a través de un hit nuevo ni de una estrategia de marketing: lo hizo mediante algo más simple y más raro -una autenticidad torpe, luminosa e irresistible, respaldada por una carrera que, vista desde hoy, nunca dejó de importar.

Foto del Columnista Mauricio Jürgensen Mauricio Jürgensen