Roberto Matta: el chileno que escapó de la clase y de la patria
Matta, que se reivindicó siempre como latinoamericano, que expresó un respeto sincero por la herencia indígena y una desconfianza visceral por las élites, fue al mismo tiempo perfectamente europeo y convulsivamente neoyorquino. En esa contradicción irresuelta, en ese cruce de orillas y de tiempos, representa mejor que nadie lo nuestro. Matta no pintó al alma chilena, pero pintó su extravío.
Rafael Gumucio