Las 3 claves de la sentencia que condenó a Felipe Rojas a presidio perpetuo por el crimen de Fernanda Maciel
El tribunal consideró una atenuante, la cooperación del imputado, pero aclarando que fue de carácter acotado, ya que no entregó información clave para resolver el caso.
Por Cristián Meza
En esta línea, precisó que si bien ayudó en la reconstitución de escena, calló por dos años el paradero de la víctima. AGENCIA UNO/ARCHIVO
El Segundo Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago condenó a Felipe Rojas Lobos a la pena de presidio perpetuo calificado, como autor de violación con homicidio y aborto de Fernanda Maciel, en un ilícitos cometidos en febrero de 2018, en la comuna de Conchalí.
En fallo unánime, el tribunal –integrado por los magistrados Raúl Díaz Manosalva (presidente), Gloria Canales Abarca y Eduardo Gallardo Frías (redactor), tomó en consideración dos agravantes y una atenuante para determinar la pena de 40 años de presidio.
El primer agravante es actuar a traición y sobre seguro, ya que Felipe Rojas “violó, mató y enterró a pocos metros de su casa a su amiga, su vecina, con quien a diario conversaba y compartía”.
“Por último, con el fin de ocultar sus delitos, enterró el cadáver de la víctima en el patio posterior del inmueble citado y se deshizo del teléfono celular que ésta portaba”, agregó el magistrado Raúl Díaz.
La segunda agravante fue la alevosía, donde el fallo recalca que “no se trata de cualquier alevosía. Tras la violación y el homicidio de Fernanda Maciel, enterró y ocultó el cuerpo, a metros de su casa”.
“El delito perpetrado no sólo lesionó los bienes jurídicos de la vida y la libertad sexual, sino que truncó y frustró un proyecto de vida y familiar, de una mujer joven que se aprestaba a gestar una hija que ya tenía plena viabilidad para nacer y vivir. Es decir, hecha la compensación racional, no cabe sino concluir que el marco penal aplicable en este concurso ideal heterogéneo, en cualquier caso, corresponde a la pena mayor asignada al delito más grave”, consigna el fallo.
Por contraparte, el tribunal consideró también una atenuante, la cooperación del imputado, pero aclarando que fue de carácter acotado, ya que no entregó información clave para resolver el caso.
En esta línea, precisó que Felipe Rojas si bien ayudó en la reconstitución de escena, calló por dos años el paradero de la víctima.
“La particularidad de la gravedad del delito genera que no haya compensación racional entre agravantes y atenuantes y sólo se pueda aplicar la pena de cadena perpetua calificada”, cerró la sentencia.
