Arturo Squella, senador electo y presidente de Republicanos, cuestionó el acuerdo de reajuste al sector público alcanzado por el Gobierno y los funcionarios estatales, luego que se conociera que incluía una norma que limitaría los despidos.
La norma cuestionada apunta que la no renovación de contratas o su renovación en condiciones diferentes en subsecretarías, servicios públicos dependientes de ministerios o que se relacionen con Presidencia a través de ellos, como municipalidades, universidades y delegaciones presidenciales será a través de un acto administrativo fundado.
Además, “los funcionarios con, al menos, dos años de servicios continuos podrán reclamar por vicios de legalidad con ocasión de la no renovación de su designación, o su renovación en condiciones distintas conforme al artículo 160 de la ley N° 18.834 o al artículo 156 de la ley N° 18.883, según corresponda. La Contraloría General de la República sólo podrá 2 abstenerse de resolver dichas reclamaciones, si el interesado ha interpuesto acciones jurisdiccionales en virtud de los mismos hechos”.
En vista de esto, desde Republicanos acusaron que el Gobierno busca dejar “amarrados” una serie de funcionarios públicos, los que en su momento fueron calificados de “parásitos” por Cristian Valenzuela, el principal asesor de José Antonio Kast.
Ante esto, Arturo Squella expresó a La Segunda que si “el Gobierno sigue con los amarres, estaría dinamitando nuestra relación”, tras la cita entre Kast y el presidente Gabriel Boric en La Moneda.
“El lunes tuvimos una muy buena reunión que puso el foco en el futuro de Chile, genuinamente vimos a un presidente en ejercicio y a sus ministros preocupados de colaborar al máximo con la nueva administración, ahora, lo que vemos camuflado en el proyecto de reajuste, es una señal de alerta muy delicada, sobre una posible intención de romper códigos que son fundamentales. Si esta se traduce también en acelerar nombramientos u otras definiciones que en rigor le corresponderían al nuevo gobierno, se configuraría un escenario que nadie quiere”, argumentó el timonel republicano.
Junto con ello, Squella dejó ver su recelo por el reajuste propuesto al sector público, aseverando que “más allá del daño objetivo que le estarían generando a las finanzas públicas en el momento de mayor déficit fiscal de los últimos años, la pregunta es si es justo o no otorgar un reajuste a quienes en promedio ya están muy por sobre el resto de los trabajadores del país, en concreto, el doble de lo que ganan los trabajadores de las Pymes”.
“Es difícil de explicarle a las miles de familias chilenas que viven con sueldos muy inferiores y a quienes se encuentran desempleados, que el Estado destine plata que no tiene a subir sueldos de quienes ya están por sobre el resto”, sentenció.