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Aborto legal: el relato de La Moneda para justificar un proyecto sin piso político 

Sin los votos necesarios, la amenaza de descuelgues en el oficialismo y los presidentes de las Cámaras en contra, La Moneda pretende defender la presentación del proyecto desde el relato de “la necesidad del debate”.

Ministras Aysén Etcheverry y Antonia Orellana

Para este miércoles 28 de mayo está anunciado el ingreso del proyecto de aborto legal por parte del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género, según aludió a principios de esta semana la titular de la cartera, Antonia Orellana. 

El ingreso de la iniciativa se dará sólo días antes de la Cuenta Pública 2025, instancia que en el oficialismo identificaron como el plazo límite para que el Ejecutivo diera novedades del ingreso del proyecto luego de que en 2024, en la misma instancia, el presidente Gabriel Boric comprometiera el ingreso de la legislación para el segundo semestre de ese mismo año. Lo que no ocurrió.

Según dio cuenta EL DÍNAMO en las semanas previas, diputadas del oficialismo habían comenzado a presionar al Ministerio de la Mujer para que se informara sobre la fecha del ingreso del proyecto que ya estaba con un retraso de medio año, según lo comprometido por el mandatario. 

Incluso, la diputada Daniella Cicardini (PS) dijo a este medio que en caso de que el Gobierno no presentara el proyecto antes de la Cuenta Pública, ella lo iba a hacer. Otras diputadas del Frente Amplio, por su parte, emplazaron al Ejecutivo a renovar el compromiso y dar certezas sobre los plazos de la tramitación. 

Con todo, ante el creciente descontento de las bancadas del oficialismo, el Gobierno decidió poner el pie en el acelerador y anunciar antes de la Cuenta Pública el ingreso de la iniciativa, compromiso de campaña de Boric. 

Sin embargo, en la alianza de Gobierno hay consciencia de que el proyecto no tiene viabilidad por varias razones. 

Proyecto sin piso en el Congreso

En primer lugar, en ambas Cámaras, la alianza de Gobierno está en minoría, sobre todo al restar de la ecuación a la DC que suele apoyar al Ejecutivo en la tramitación de proyectos de distinta índole. Pero el aborto legal no será una de ellas, según notificaron des la bancada falangista. 

Los votos de la bancada DC no están pára aprobar un proyecto de aborto libre. Avanzamos a las tres causales y esa es la oposición del partido (…) Me parece un despropósito este tipo de proyectos que trata de impulsar el Gobierno”, dijo el vicepresidente de la Cámara de Diputados, Eric Aedo (DC) a nombre de su bancada. 

Pero además de la bancada de la DC, hay otros siete diputados que han expresado en el pasado no estar seguros sobre si apoyarían un proyecto de al aborto sin causales. Se trata de Raúl Leiva (PS), Cosme Mellado (PR), Sebastián Videla (IND-liberal), Félix Bugueño (IND-FA), Jaime Naranjo (PS), Roberto Celedón (IND-FA) y Jaime Mulet (FRVS), también candidato presidencial a la primaria

Este último causó polémica, de hecho, en el primer debate presidencial cuestionando la pertinencia de presentar el proyecto. “Soy el único de los parlamentarios oficialistas que está en contra del aborto libre o despenalización del aborto. Yo soy partidario de las tres causales, lo he dicho y es un tema muy sensible”, dijo Mulet, aunque no es del todo cierto que sea el único.

El otro caso que llama la atención es el de Roberto Celedón, quien fue nombrado por el Frente Amplio para llenar el cupo dejado por su esposa, la diputada Mercedes Bulnes tras fallecer. A pesar de que en la tienda liderada por Constanza Martínez se ponderó que el abogado ha expresado su objeción de consciencia respecto al aborto, de todas maneras se le nominó, lo que ahora resta un voto para la iniciativa. 

“Creo que el aborto sin causal no tiene ninguna posibilidad de prosperar porque sería inconstitucional y contrario a la Convención Americana de Derechos Humanos. No es por nada que la presidenta Bachelet planteó un proyecto de tres causales”, dijo Celedón a la hora de asumir en entrevista con La Tercera.

En el Senado, en tanto, pasa algo similar, aunque más acentuado. Hoy el oficialismo sólo tiene 23 votos a su favor, sin es que se cuentan a los independientes y la DC. Sin la falange, sólo hay 20 respaldos, sin mencionar que también hay senadores oficialistas que han manifestado tener, en algún grado, distancia con el proyecto. 

Pedro Araya (PPD), Alejandra Sepúlveda (IND-FRVS) y Fidel Espinoza (PS) son los legisladores de la Cámara Alta que no han expresado un apoyo irrestricto a la iniciativa. 

Con esas consideraciones, en ambas Cámaras no se estaría ni cerca de llegar al quórum calificado —que significa mayoría absoluta— que se requiere para que el proyecto eventualmente avanzara un trámite constitucional.

Por otra parte, está el hecho de que los presidentes del Senado y la Cámara pertenecen a Chile Vamos, por lo que difícilmente el proyecto, en caso de ser discutido y despachado en comisión, sería puesto en tabla. 

El relato de La Moneda para afrontar la discusión

Con ese panorama a la vista, en La Moneda saben que todo hace indicar que el proyecto difícilmente verá la luz en el actual mandato, al cual sólo le restan poco más de ocho meses de gestión. 

Por lo mismo, desde el Gobierno ya se prepara un relato para hacer frente a las críticas que se han hecho llegar que tienen que ver con la pregunta: “¿Para qué presentar un proyecto que se sabe no será aprobado?”. 

Parlamentarios del oficialismo comentan que la línea que se ha bajado desde el Gobierno es que los temas centrales en la sociedad deben ser “discutidos y llevados al Congreso en el marco de la democracia”, independiente de si estos si estos puedan ser rechazados. En esa línea, las mismas fuentes, arguyen que el relato estará centrado “en la importancia de dar el debate, más que en los resultados de éste”.

Sobre esto hizo referencia la ministra vocera de Gobierno, Aysén Etcheverry, quien apuntó a que “se requiere de una discusión que sea seria que puede concluir con una aprobación o un rechazo, pero adelantarse a esa discusión y decirte que este tema no se habla o nosotros no vamos a discutir esta materia, ya sea en aborto o en cualquier otra área es injusto con la democracia”.

Y reforzó la idea señalando que “eliminar la discusión de ciertos temas, de temas que impactan en salud pública, que tienen que ver con derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, que tienen impacto en cómo están funcionando los servicios de salud, es injusto con la democracia”.

La ministra Orellana, en tanto, secundó esta idea al comentar que “nosotras lo que esperamos es dar un debate razonado (…) creemos que es un debate que no se puede seguir negando, que es lo que ha pasado por muchos años” y apuntó contra quienes “quieren negar incluso a debatir, lo que me parece una mala señal. Si están tan seguros de tener una verdad revelada, por qué no dar el debate”.

En esa misma línea, la jefa de la bancada del FA —principal partido impulsor del proyecto— Lorena Fríes, sostuvo que “históricamente la forma de no debatir los temas de las mujeres siempre ha sido que “no es la oportunidad correcta para hacerlo y la verdad es que para abrir un debate no se requiere una oportunidad, sino que se requiere llegar con argumentos. Me parece que darle esa posibilidad a la sociedad chilena es contribuir a su democratización, porque en la medida en que se conocen argumentos de todas las posiciones, desde todas las miradas, también las personas se pueden formar una opinión que se base finalmente en evidencia”.

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{title} Ignacio Sánchez D.